Os dejo entrevista que me realizaban recintemente desde la Organización de los Estados Americanos, publicada hoy mismo en el Boletín nº 57, Septiembre 2010 – ISSN 999/4605, agradeciendo a José Luis Tesoro el interés de las preguntas.
1.- ¿Cómo surge en los gobiernos la decisión de participar en las redes sociales más difundidas a escala global?
Si la participación en esas redes sociales globales es algo obvio en el caso de las empresas, siempre interesadas en estar donde florecen los mercados, también lo es en el caso de los gobiernos. En este sentido, creo que un dato reciente responde a la pregunta: Facebook supera (en Agosto de 2010) los 500 millones de usuarios registrados. En términos de estadística comparativa ello equivale a ser el “tercer país” más habitado del mundo. Es obvia la necesidad de que los gobiernos estén presentes en esas redes sociales como nuevos canales de comunicación con el ciudadano. Por otra parte, el hecho de que los públicos mayoritarios en estos espacios sean los jóvenes significa que los gobiernos pueden llegar, a través de ellos, a un público que siempre les fue esquivo. Coincido con Castells y otros analistas en que Obama, el gran impulsor de la presencia política en los social media, ganó las elecciones, entre otros factores, gracias a que supo llegar -en lugar, tiempo y forma- a este tipo de público. Sobre todo en forma, porque lo importante no es si se está o no en las redes, sino cómo se está en ellas.
2.- ¿Cuáles son, a tu criterio, las motivaciones y los intereses -expresos e implícitos- más comunes de los gobiernos para participar en las redes sociales?
Aprecio que la principal motivación de los gobiernos para estar presentes en las redes sociales es la escucha, la antena, la ventana permanentemente abierta al pulso social. Existiría en esta motivación un componente de control implícito, más aun en gobiernos totalitarios: Movimientos sociales que antes se manifestaban y eran controlados en las calles hoy expresan su opinión en páginas de Facebook, mediante RT en Twitter, viralizando mensajes video-gráficos en Youtube o en los nuevos espacios de participación –expresión de la propia identidad- que son los blogs y similares.
Esa participación de los gobiernos podría evolucionar, tras la fase ocasional de control (por parte de gobiernos totalitarios) y de presencia pasiva, ante la percepción de que estas redes son canales de difusión tremendamente potentes y con sus propias reglas de juego.
Los gobiernos deben entonces aprender a estar en las redes sociales de una forma bidireccional y más horizontal, que les es nueva y que les hace sufrir a veces un “pánico escénico” manifestado en un irracional “si estoy en las redes me criticarán más” que dificulta la interacción.
Por último, en mi opinión los objetivos e intereses de los gobiernos están asociados a factores vinculados a la madurez en dos ámbitos:
a. Penetración de las TIC en la población general: no son iguales los intereses que pudo tener la campaña de Obama en EEUU, con prolongada tradición democrática y con alta penetración de TIC, que los que pueden tener los políticos kenyanos, en estadios bastante distintos de evolución política y de madurez digital.
b. Evolución y características de cada democracia: cabe recordar que el objetivo fundamental de la presencia de los gobiernos en los social media debería ser generar confianza. Ello es aun más relevante en el nuevo continente. Dado que tanto en EE.UU. como en Latinoamérica se desconfía tradicionalmente de los políticos, resulta prioritario cuidar enormemente la transparencia, la autenticidad y la implicación. Y de nuevo, no son los mismos los objetivos en Kenya, lugar que hace poco se enorgullecía de que las TIC, a través de mecanismos de inmediatez y descentralización, estuvieran propiciando unas elecciones más democráticas que nunca antes.
3.- ¿Cuáles son los factores que -a tu juicio- determinan o condicionan el valor político, cívico, cultural y social de la participación de los gobiernos en las redes sociales?
La idea sería centrarnos en cuidar a los adeptos que tenemos en lugar de intentar captar más participantes, clientes, etc. Más que estrategias para ganar nuevas adhesiones a través de las redes sociales, podría ser más adecuado generar círculos positivos de interacción y dinámicas de participación en comunidades online.
Se me ocurre que podríamos actualizar ya el paradigma “Cluetrain”, aquel que nos decía que los ganadores crean comunidades donde los perdedores crean websites. A la vista de nuevos hallazgos en Psicología Social, hoy los perdedores se ven obligados a dar respuestas, mientras los ganadores (o innovadores) movilizan la emoción, se ganan la confianza, la implicación.
Se trata de escuchar otra vez, pero también de participar de igual a igual en una conversación auténtica, según la cultura imperante entre los llamados prosumidores, usuarios productores a la vez que consumidores de mensajes, de misivas más o menos interesadas, de contenidos en la web.
4.- ¿Cómo visualizas el rango de conductas habituales de los gobiernos en su participación en redes sociales? ¿Cómo valoras dichas conductas en relación a las posibilidades y el potencial de la participación de los gobiernos en redes sociales?
Las formas más habituales de participación de los gobiernos en las redes sociales están dadas por plenarios legislativos que se retransmiten en Twitter, solicitudes de opinión a afiliados y simpatizantes en Twitter o en Facebook, o bien debates con la oposición.
Proyectos más sólidos son los de Open Government Data, o su próxima continuación o mejora mediante Code for América, que instan a la apertura de datos, su liberación y puesta a disposición de investigadores/as para producir mejoras reales en la sociedad. Muchos países ya trabajan en ello. El tema requiere, además de voluntad política ciertos compromisos y respeto respecto de cómo vive y cómo evoluciona cada sociedad en cuestiones de privacidad.
Otro ámbito que necesita intervención es el de las políticas educativas. Vivimos un momento privilegiado en el que las redes sociales permiten optimizar algo que nos es natural, como el estar juntos. Cosas como la masificación en las grandes ciudades, la televisión, o una educación excesivamente individualista, provocaron una ingente acumulación de excedente en dos esferas vitales inherentes al ser humano: inteligencia (excedente cognitivo) y sociabilidad (excedente social). Las redes sociales permiten ahora que ambos tipos de excedentes –motivaciones, necesidades y expectativas en la faz cognitiva y en la social- se desborden y se desarrollen como nunca antes en la historia de la humanidad.
En este escenario resulta clave la responsabilidad política de fomentar y promover la educación y la participación, con mayor prioridad que la adaptación normativa y tecnológica.
5.- ¿Cuáles son las principales experiencias que conoces en relación a la participación de gobiernos en redes sociales?
Hemos hablado de Obama, del caso de Kenya y las recientes elecciones facilitadas a través de la web móvil. Conozco casos de retransmisión de plenarios legislativos en Facebook en la administración local o de iniciativas como las que comentábamos de Crowdsourcing, Open innovation o captación y negociación de ideas con los ciudadanos. Es notable, además, la evolución del número de políticos/as con cuentas en Twitter o Facebook con el ánimo de acercarse al ciudadano en esa relación horizontal que éste les exige.
Al respecto, cabe hacer referencia a interesantes experiencias en España. Siguiendo el modelo corporativo americano, el gobierno Euskadi –a cargo de Patxi López- creó recientemente el puesto de Chief Internet Officer, asignándole la responsabilidad de gestionar todo lo relativo a la Administración en la Web 2.0. Por otra parte, en Cataluña (mi Comunidad Autónoma) se está trabajando en el mismo sentido. Por ejemplo, hace unos meses se difundió una Guía (firmada por la Administración) de buenos usos de la web 2.0. En mi caso personal, por ejemplo, colaboro estrechamente en un programa de Comunidades de Práctica en la Administración de Justicia (“Compartim“) que es modelo para otras Administraciones, así como en actividades de varios departamentos y Administraciones en España en el mismo sentido.
6.- ¿Podrías trazarnos un panorama prospectivo de las expectativas relativas a la participación de los gobiernos en redes sociales?
Algo de ello adelanté en el punto anterior. Las redes sociales en la web son una forma de organización sin organizaciones, de auto provisión ciudadana de cosas que antes solicitábamos en exclusiva a los estados, empresas y demás organizaciones. Todos ellos deberán avanzar entonces, unirse al movimiento ciudadano (a veces pleno de amateurismo) si no quieren perder algunas de sus funciones tradicionales.
En el caso de países con gobiernos totalitarios, gracias a la fluidez con que circula cualquier información basada en bits y a pesar de los firewalls más diversos, las redes sociales seguirán presionando hacia el cambio a partir de la proyección internacional de lo que ocurre dentro de sus fronteras.
Dicho de otro modo, si la mentira y la ocultación ya tenían “las patas cortas”, como versa el viejo dicho popular, preveo una tendencia hacia sociedades más transparentes y diáfanas gracias a la fluidez de la información y su filtrado a través de la inteligencia colectiva, característica que multiplica su poder en un entorno conectado.
Un buen ejemplo de ello es Wikileaks, versión no censurable de Wikipedia para la publicación masiva y el análisis de documentos secretos (“Leaks“). Manteniendo a sus autores en el anonimato, Wikileaks resulta una poderosa plataforma de denuncia, principalmente para activistas de países como China, Rusia, la Eurasia Central, el Cercano Oriente y África Subsahariana.
No se trata de soluciones únicas ni perfectas. La “sociedad vigilada” que supone entornos como este o simples grabaciones de disturbios que se difunden en Youtube, pueden provocar daños colaterales graves para la seguridad de los activistas por parte de regímenes totalitarios o grupos radicales que también pueden verlos. Se reaviva la eterna polémica entre privacidad, seguridad y conocimiento como cuestión clave, también, para definir el futuro de la participación de los gobiernos en las redes sociales.
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Dolors, son excelentes tus puntos de vista a esta entrevista, que me parece va encaminada también a las organizaciones internacionales que aún no las implementado.
Te comento que tu entrevista me será de mucha utilidad, pues precisamente una dependencia de esta área, está interesada en saber cómo usarla…
Saludos afectuosos.
Muchas gracias Dolors por el interés de tus comentarios. Sinceramente da gusto escuchar a personas de tu experiencia y valía defender la necesidad de transparencia y apertura en las instituciones, sobre todo en las públicas, y del uso de las redes sociales como herramientas para reforzar esta tendencia, a pesar del enorme retraso que todavía arrastramos en España.