Uno de los argumentos más utilizados en favor de la absoluta prepotencia de los seres humanos hacia el resto de las especies del reino animal, está precisamente en la palabra “seres” insinuando que nos distingue del resto la conciencia. Pues bien… un grupo de neurocientíficos ponía en duda la semana pasada que tengamos la exclusiva en cuanto a ello: los seres humanos no son los únicos seres conscientes del universo. Más en concreto, parece que mamíferos y pájaros son, según criterios científicos y a juzgar por las imágenes que nos devuelven modernas técnicas como la resonancia magnética funcional o los electroencefalogramas, tan conscientes de sí mismos como nosotros.
La declaración de la conciencia ha sido un evento organizado por Philip Low, CEO de NeuroVigil e inventor de iBrain que ha reunido a 25 grandes pensadores, incluyendo a Stephen Hawking para discutir sobre las diferencias clave entre cerebros humanos y animales, especialmente en cuanto a la configuracíón del córtex frontal. No se trata tanto de seguir debatiendo acerca de lo que es o no la conciencia sino de dar un paso más y destacar la necesidad de que desarrollemos una relación más respetuosa con los animales.
En fin… que esperemos que sí sea cierta la afirmación que ya no recuerdo dónde leí o escuché sobre que el siglo XXI será animalista como culminación de un humanismo que ya ha condenado racismo y sexismo pero que todavía debe dar un paso más y luchar contra la flagrante forma de discriminación que el especismo representa.
De momento, profundizando un poco más en el tema descubro ejemplos de aquella interesante idea de que los países más desarrollados son los que tratan mejor a los animales. Del ataque policial, judicial y mediático a miembros del movimiento animalista en España a la puesta en marcha en Países bajos de unidades policiales especiales para casos de maltrato animal, van, por decirlo de una forma educada, algunos añitos de evolución…
O igual menos, ahora que es la ciencia la que apoya la idea de que los pollos, cerdos y demás que nos comemos, son tan conscientes de sí mismos como nosotros.
Os dejo, porque me ha encantado, la declaración Julio Ortega Fraile, ¿Que por qué soy animalista? La pregunta sería, ¿cómo no serlo?.
Porque prefiero la empatía al desprecio que nace del ignorante o del cruel.
Porque si me declaro no racista y no sexista, ¿cómo ser un especista?
Porque los principios que rigen la dominación de los hombres sobre los hombres, son idénticos a los que determinan la de los seres humanos hacia los animales.
Porque no es suficiente con “no causar daño” mientras se permite que otros lo hagan y utilizar la responsabilidad ajena como coartada propia para lavar la conciencia.
Porque mi miedo y mi dolor son como los suyos, y los leo en sus ojos al igual que se leerían en los míos si fuese yo quien ocupase su lugar.
Porque nada tengo en común con el verdugo salvo la especie. Ni tan siquiera esa mirada que sí me hermana con las víctimas de su infamia y su saña.
Porque he aprendido que el crimen siempre encuentra justificaciones en la boca del criminal. Derecho, se llaman, cuando emanan del Sistema.
Porque mientras al asesino se le permite expresarse, a sus víctimas sólo se les concede el silencio.
Porque el silencio en ellas es imposición y en mí, capacitado para hablar y sabedor de su sufrimiento, significaría cobardía o complicidad con el sayón y sus métodos.
Porque no comprendo que sea la ley de la oferta y la demanda la que determine la licitud o la ilegalidad de la violencia sobre un ser vivo.
Porque la fecha, el lugar, la luz o la música no otorgan belleza ni ética al terror y la agonía de una criatura.
Porque acariciar con ternura a un gato o introducirlo en agua hirviendo vivo y comérselo después sólo es una cuestión geográfica.
Porque un cerdo sufre en España del mismo modo que un perro lo hace en China.
Porque el negacionismo de los campos de exterminio del ayer, fue igual de miserable y letal que es el de los que existen hoy para aquellos que permanecen presos en su interior a la espera de su ejecución.
Porque soy un animal y me importa, y mucho, el ser humano.
Y porque sé que no estoy loco. Y si así fuese, escojo la demencia antes que una cordura cuyo precio sea la sangre de otros.
Quizás la locura, a la luz de lo que opinan los científicos, consista en no cambiar el trato que damos al resto de especies que habitan este planeta.
Por último, un vídeo que representa el postdigitalismo gatuno
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Me cuesta mucho pensar que una gallina tenga una consciencia sobre si mimos similar a la que tiene la especie humana. Es obvio que como en todas las cosas, marcar fronteras rígidas con el ánimo de separar y dividir, de marcar clases y diferencias, es un error. Un error no sólo ético, sino también lógico o científico, para el cuál no hace falta resonancias ni muchos estudios científicos.
Un delfín u otro animal con capacidades cerebrales similares y con comportamientos que lo denotan (un oso, un perro, un cerdo, etc) es admisible que tengan una conciencia de su existencia muy similar a la nuestra. La frontera pues, no está clara desde el momento en que no conocemos bien el proceso por el cual se da la consciencia, pero no lo conocemos ni en un sentido ni en otro. Mucho me temo que estos simposios “animalistas” que se basan en mediciones aproximadas tan exactas como programar un ordenador a base de calcular las corrientes electricas que circulan por la placa base, no son más que palabrería hueca similar al esoterismo.
También está claro que el matrato gratuito a quien sea, sea animal o no, es indecente. Ahora, desde el momento que se ponen en la balanza humanos con otros animales, el igualdad de condiciones, me parece enfermizo. Si se ha de recurrir a este tipo de desvaríos para evitar el maltrato gratuito a los animales, pues apañados estamos, nosotros y el resto del mundo… animal
Lino, yo no llamaría desvaríos a la reunión de 25 científicos de entre los mejores considerados en el ámbito de la neurociencia. Consulta el enlace y comprúebalo tú mismo.
Saludos
Vale, de acuerdo, no le llamemos así, puede que no sea la palabra más apropiada. ¿Cómo le llamamos? No sé, pero en definitiva, la situación es la misma. La neurología es una ciencia muy útil, pero que se reunan 25 personas cuya importancia se la da un colectivo formado por ellos mismos para dar sus impresiones, no me causa ninguna “impresión”. El argumento de autoridad nunca me ha gustado. Es más, en este caso me preocupa que es lo que ha de estar detrás de ese colectivo para hacer este tipo de declaraciones.
Al menos yo, tengo claro porquè soy vegetariana, porque creo tener claro lo que me diferencia y lo que me iguala con los animales.
Lo que me iguala es el sufrimiento y posiblmente, con muchas especies, la consciencia, la inteligencia y la capacidad de empatìa.
¿Qué me diferencia? La ética y la política! Que precisamente, no justifican la matanza y el maltrato animal, todo lo contrario, deberían ser los motivos para estar en contra de ellos.
No Mariana, la diferencia es que un carnívoro (p.e. un león) no siente el más mínimo remordimiento en zampárseté miembro a miembro y en vivo, mientras que nosotros nos hacemos la picha un lío con todas estas vueltas de tuerca. :-/
En una cosa tienes razón, todo esto me temo que no es más que política. Y donde hay política, lógica hay poca.
Saludos, os dejo ya.
Creo que la mayoría de los no-vegetarianos, como yo, es contra al maltrato animal, inclusive el que se somete a mucha de la carne que comemos, pero no veo porque devamos privarnos de la misma si es lo que nos ha permitido ser lo que somos, a no ser por gusto personal.
Es más, ¿está probado que tienen conciencia? ¡Pero se siguen comiendo unos a otros! ¿El próximo paso es evitar que los animales se maten entre ellos? He visto muchas cosas crueles, inclusive alimentar “vegetariamente” a un gato y a un perro.
Saludos desde URUGUAY, donde las vacas viven felices…
Percibo una resistencia al cambio, es decir, a mantener una supremacía del ser humano sobre el resto de animales no humanos. Por suerte, más que nunca, ahora podemos elegir si seguir explotando de manera cruel a los animales o no. Vamos, que no hace falta comer carne para “ser lo que somos”, si es que eso supone un mérito…
Será que es más fácil y cómodo pensar en los animales como objetos que no sienten, y en los humanos como privilegiados…lo contrario es un golpe al ego humano difícil de asimilar, además de un cambio de estilop de vida.
No tiene nada que ver que los animales se alimenten de otros si es que son carnívoros con que el ser humano deba hacer lo mismo. Los humanos tenemos habilidades cognitivas que otros animales no poseen porque esa no es su naturaleza; pero en cuanto a conciencia de sí es posible que no haya diferencias. La conciencia de sí (y por tanto, la capacidad de sufrir) no tiene que ver tampoco con las habilidades cognitivas. No somos los reyes de la creación por poder hablar, fabricar herramientas, ordenadores, etc. Justamente por tener más capacidad para pensar debiéramos pensar en los otros habitantes del planeta. Ellos están más gobernados por sus instintos y nosotros podemos estar libres de él. ¿Cómo podemos favorecer la vida de todas las especies?
Hola a totes!
L’estiu passat vaig trobar un pardalet encara amb els ulls tancats, acabat de caure del niu i amb una ferida a la cama. El vaig recollir i posar en un lloc elevat on no arribéssin els gats, a prop d’on l’havia trobat, per si els pares el buscaven, però no van venir, i em va despertar tanta tendresa que vaig decidir intentar salvar-lo.
Me’l vaig posar a la mà, estava gelat i esgotat… quan va recuperar la temperatura va começar a piular obrint mooolt la boca… li vaig donar avena estovada amb aigua i li va agradar molt :) després de mejar es va adormir a la meva mà.
Em sentia molt feliç, però ràpidament vaig pensar ostres! què faré si sobreviu? com li ensanyaré a volar? …i me’l miro i estava começant a batre les ales en somnis!!!!! Vaig flipaaar… Doncs bé, cada vegada que dormia ho feia, i cada dia aprenia en somnis una cosa nova, a mesura que se li anaven despertant els instints… va començar a “netejar-se les plomes” en somnis cap al tercer dia, una setmana abans de tenir-ne!!!
Sempre he sigut conscient de que els animals tenen consciència. Ara a més a més sé que tenen inconscient i que és tant poderós com el nostre. Ben bé igual que les persones, poden tenir-ne més o menys…i evolucionar :)
Preciosa història, Esther, gràcies per deixar-la aqui.
Fins aviat