A veces nos levantamos con el pie izquierdo, no encontramos las llaves, olvidamos una reunión importante…en días así parece que la memoria o la atención nos han fallado. Pero realmente ¿hay días “buenos” y “malos” para el rendimiento cognitivo? ¿Y la edad, influye en la variabilidad de nuestro rendimiento diario?
Florian Schmiedek, Martin Lövdén y Ulman Lindenberger examinan estas cuestiones a partir de datos del Estudio COGITO, una investigación realizada en el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín. Sus resultados se publicaron en la revista Psychological Science de la Association for Psychological Science y Gabriela Fretes, Psicóloga colaboradora en El caparazón nos hace un excelente resumen de los mismos:
Inconsistencia juvenil
Los nuevos hallazgos revelan que mientras que la variabilidad en el rendimiento cognitivo existe, nuestra impresión personal de que un día es bueno o malo es, a menudo, errónea. Y de hecho, la mayoría de las fluctuaciones del rendimiento se producen en períodos de tiempo más cortos. “La verdadera variabilidad en días distintos es relativamente baja”, dice Schmiedek.
Además, los datos sugieren que tanto la variabilidad de un día a otro como la variabilidad en el mismo día del rendimiento cognitivo son particularmente bajas en los adultos mayores en comparación con los adultos jóvenes.
En el estudio se evaluaron a más de 200 adultos jóvenes (20-31 años) y mayores (65-80 años) en doce tareas diferentes que revelaron diferencias significativas de edad. Estas tareas – de velocidad perceptual, memoria episódica y memoria de trabajo – se repitieron a lo largo de 100 días, lo que permitió a evaluar las mejoras en el aprendizaje de los participantes, así como sus fluctuaciones de rendimiento de un día a otro.
En las nueve tareas cognitivas evaluadas, el grupo de mayor edad demostró menos variabilidad en el rendimiento de un día a otro que el grupo más joven.
Quizás el aumento de la consistencia de los adultos mayores podría deberse a las estrategias aprendidas para resolver la tarea, un nivel elevado y constante de motivación, así como una rutina diaria y estado de ánimo más estable. Podríamos agregar, además, que los jóvenes tienen una mayor cantidad de estímulos y éstos son más ricos y variados (recordemos que son individuos hiperconectados), y posiblemente las actividades que desarrollan a diario son más globales y complejas que las analizadas en el estudio. Sugerimos la lectura en descarga libre del libro Los jóvenes en la era de la hiperconectividad, que analiza en detalle las peculiaridades cognitivas provocadas en la era de Internet.
Mayores de 45: los mejores para determinados puestos de trabajo
Son datos importantes, sobre todo a nivel laboral, donde las conclusiones tienen gran relevancia. En la industria automotriz, por ejemplo, se ha demostrado que los errores graves se comenten en menor medida por los trabajadores de mayor edad. Tampoco se observa una mayor productividad de los más jóvenes respecto a los mayores, así que no tiene demasiado sentido el castigo socio – laboral al que sometemos a los colectivos mayores.
La evaluación continua
Pensamos que en el ámbito educativo también tiene gran importancia, la existencia de esta variabilidad cognitiva es un aspecto a tener muy en cuenta, que además, por ejemplo, apoyaría aún más la necesidad de una evaluación continua y no puntual.
Fuente:
F. Schmiedek, M. Lovden, U. Lindenberger Mantener estable: Adultos Mayores realizar más consistentemente en las tareas cognitivas que los más jóvenes adultos .Psychological Science , 2013; DOI:10.1177/0956797613479611
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Gracias a CONECTADOS.. por taer a este valor…!!!!