Ese peligroso ser llamado blogger

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Hay noticias alucinantes. O simplemente americanas. Acabo de leer en Wired la que os resumo:

En Ohio, de acuerdo con Columbus dispatch, la unión estatal de profesores recomienda a estos que no posteen perfiles en redes sociales de citas porque eso podría ser un indicio de tener relaciones inapropiadas con alumnos. La opinión de la articulista se resume en el hecho de que, si bien es correcto defender los derechos de la infancia, exigir a los profesores el cumplimiento de un estándar más alto de lo usual como símbolo de mayor pureza, es discriminatorio para ellos cuando atenta a su derecho de libre expresión en la red.

Eso para los profesores…si pensamos en policías, funcionarios públicos, políticos y demás, el panorama parece difícil para el derecho de transparencia en internet.

Como ejemplo, alude a que sería absurdo mostrar en internet nuestro “lado oscuro” en páginas a las que nuestros empleadores pueden acceder.

Uff…..

Esto respecto a las redes sociales. ¿Qué pasa con los blogs? Leía hace poco lo contrario, que para determinados puestos está empezando a valorarse de forma positiva que el profesional tenga un blog en el que profundice en su especialidad. Y eso, no nos engañemos, bloggear para ganar puntos en la empresa, va a implicar determinadas omisiones o posts pseudo “payperpost” que van a minar la confianza en el lector, que si huye de los medios tradicionales es, muchas veces, por su falta de independencia…..¡qué curiosa, por cierto, esta forma capitalista de integrar o adoptar los fenónemos que en el fondo le amenazan o cuestionan!

Una posible opción, que ya planteé en un comment al post de Diego, sería la de mantener distintos espacios, con distintas identidades. Pero mantenerlos independientes para quien busque información sobre nosotros no va a ser fácil.

Otra sería la autoprohibición de hablar en nuestros blogs de temas relativos a la profesión “por la que nos pagan”….el típico “disclaimer” de “las opiniones expresadas en este blog son relativas a la persona que las formula y no a la empresa a la que pertece”, si bien refleja muy buenas intenciones, pocas veces será creíble.

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Quizás la solución deba buscarse, no en la persecución de quienes escribimos en la red sinó en la de quienes hurgan en nuestros datos con la finalidad de devaluarnos de uno u otro modo, incluyendo al posible empleador. Yendo un poco más allá, quizás la única solución sea acelerar el cambio hacia una sociedad que nos valore como individuos multifactoriales, que a nadie se le ocurra utilizar los perfiles públicos en internet para perseguir nada que no sea delito, o que eso sea visto, incluso, como una vulneración a nuestros derechos como internautas.

No hay ninguna norma legal que determine a priori lo que podemos o no ser en nuestro tiempo libre más allá de las penales.
Así, no estaría mal que el empresario, en lugar de perseguir al blogger, se marcara un tanto en responsabilidad social e hiciera pública la no intención de perseguir ni juzgar a nadie por lo que pueda expresar en la sociedad de la información libre. ¿Qué tal un disclaimer del tipo “La empresa a la que pertenezco cree en la libertad de la información y potencia la libre expresión de mis opiniones“?¿No revertiría eso, en términos de responsabilidad social, en beneficios para la propia empresa?

Aunque quizás el hecho de que trabajemos en una empresa que hace apoyo público a nuestra iniciativa como bloggers, nos haría sospechosos de escasa neutralidad. Y eso sería inadminisible para nuestros lectores.

No creo, así, que estemos ante un futuro de medios fast food o identificación de amauterismo con poca calidad en los contenidos. Se augura un futuro de revalorización de lo amateur o de prevalencia de lo amateur en términos de calidad. Hace tiempo que me di cuenta de la poca importancia que, en el fondo, se le da al trabajador cuando pretende “pensar” de forma independiente a las políticas económicas de la empresa. Son estas y no cuestiones objetivas las que configuran la “correcta opinión” del trabajador.

Para la verdad o la información contrastada, tenemos los blogs. Ante un nuevo ciudadano con criterio, solo la neutralidad garantizará a largo plazo la supervivencia de los económicamente débiles.

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5 comentarios en “Ese peligroso ser llamado blogger”

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  2. Hola!

    Tiene mucho sentido lo que mencionas respecto a los blogs. Sin duda, son un mecanismo con unos propósitos muy distintos a los de las redes sociales.

    Estoy de acuerdo contigo en que, en el mediano plazo, es probable que los blogs y, en general, toda la red humana que una persona pueda consolidar a partir de su presencia en línea, empiecen a cobrar valor frente a los empleadores. Y precisamente por eso es crítico (en mi opinión) el tema de la independencia.

    Y ese, en sí mismo, es un tema realmente complejo. En mi caso, ni siquiera me he decidido a incluir AdSense en mi blog, pues siento que eso ya tiene un impacto en la forma como los visitantes perciben mi blog (ahora, confieso que lo he considerado, debido a la perspectiva de los ingresos).

    Siento que, al igual que en el mundo real, lograr mantener la integridad y la independiencia en la presencia en línea seguirá siendo un gran reto para quienes le estamos apostando a esta nueva manera de divulgar nuestras ideas.

    Hasta pronto!

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