Se trata de un debate habitual el que discute acerca de si los jóvenes milenials son o no más solidarios, sobre si, como afirmamos en Socionomía, el hecho de estar más cerca de cualquier persona de esta humanidad que nunca, está provocando una evolución en los valores esenciales del altruismo, del cuidado de los demás. Un estudio reciente incide en todo ello, llegando a la conclusión de que puede ser que sí, que los jóvenes de hoy sean menos materialistas, más orientados a la comunidad, pero solamente porque vivimos épocas de recesión económica que les obligan a ello.
Investigadores de la Universidad de California llevan a cabo desde hace años un estudio, Monitoring the Future, consistente en una encuesta, representativa y a largo plazo, sobre los hábitos en cuestiones de drogas de los jóvenes estadounidenses desde mediados de los 70. Lo que los investigadores querían demostrar es que la recesión tiene efectos importantes en la conciencia social, que los chicos/as matriculados/as entre 2008 y 2010 están más orientados a lo social que a lo material, en comparación con los graduados entre 2004 y 2006.
Así resulta ser y el estudio se suma a los que afirman la evolución en el sentido social del ser humano. Aumenta, como veis en los gráficos, la preocupación por los demás: se valora como importante “trabajar en la corrección de desigualdades sociales”, “tener un trabajo significativo para la sociedad”, “comer distinto si podemos ayudar a mejorar el hambre en el mundo” o “pensar en problemas sociales”.
Individualismo conectado
Siguiendo con los resultados del estudio, los chicos que cumplían la mayoría de edad durante la recesión valoraban en menor medida la compra de coches caros, vacaciones y tener mucho dinero como cuestiones importantes. No se trata, sin embargo, siguen las conclusiones del estudio, de una cuestión de altruismo como contrapuesto al narcisismo, dado que cosas como la autoestima, el grado en que los estudiantes se valoraban a sí mismos por encima de los demás en términos de inteligencia o habilidades escolares, siguió creciendo durante la recesión económica.
Los investigadores relacionan esto último, la sensación de autoeficacia, la autoestima (y curiosamente no lo primero) con la tecnología, con la importante apropiación de esta como empoderamiento para el crecimiento personal y profesional, pero no creo que tenga que ser necesariamente así: ¿Es incompatible tener autoestima con ser solidario? ¿No se da un salto teórico injustificado cuando se afirma que la evolución en los valores de los jóvenes se debe a la crisis porque no descienden los niveles de autosatisfacción e inteligencia autopercibida de la población?
Me atrevería a afirmar todo lo contrario, que precisamente es esa autoestima, que se mantiene gracias a las TEP (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación), la que facilita la evolución en valores como la solidaridad. ¿Os suena la manida frase de “nadie va a quererte si no te quieres antes a ti mismo? Pues nada más cierto también en cuanto al amor a la humanidad.
Vivimos, creo, una época de conciliación histórica entre las esferas de lo individual y lo colectivo, tiempos de crecimiento en lo individual (empoderamiento, autoeficacia, autoestima) sin tener que renunciar a una conectividad con el resto de la humanidad que nos hace mucho más grandes.
Ni siquiera está claro que la escasez económica propicie una evolución en valores sino que si recordamos la pirámide de Maslow podríamos llegar a la conclusión contraria, la de que cuando no se satisfacen unos niveles de bienestar mínimo es complicado que el ser humano pueda dedicarse a satisfacer motivaciones más allá de la supervivencia.
Otros estudios recientes como el que resumía los valores de 12,000 milenials revelaban cosas similares, dejando aflorar cosas como las preocupaciones por las desigualdades sociales o el optimismo sobre la mejora de las comunidades locales. Y no se trata de muestras solamente estadounidenses, también en España Esade y Creafutur nos indicaban que las sociedades del consumo están evolucionando y que las nuevas generaciones son distintas, que valoran cosas como la sostenibilidad y la responsabilidad social de las marcas y no solamente el precio a la hora de adquirir productos o servicios.
Sea como sea, por culpa de la recesión o como fruto de un cambio de paradigma hacia la conectividad global mucho más trascendente, se trata de una oportunidad única de acompañar lo que podría ser la entrada de personas y humanidad en una nueva era ética.
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"Vivimos, creo, una época de conciliación histórica entre las esferas de lo individual y lo colectivo, tiempos de crecimiento en lo individual (empoderamiento, autoeficacia, autoestima) sin tener que renunciar a una conectividad con el resto de la humanidad que nos hace mucho más grandes."
Entiendo que la autoestima y el autoconcepto siempre se desarrollan y alimentan del contacto social, de la interacción con el otro. Las TEP son un elemento fundamental en las nuevas generaciones no sólo para desdibujar las barreras geográficas sino las barreras mentales y afectivas. Yo creo que esto nos acerca al otro y nos permite sentirlo de manera distinta. En los contextos educativos se está trabajando mucho en la línea de la educación intercultural, de los valores. El nuevo espacio europeo de educación superior señala de manera especial la importancia de la educación en valores de responsabilidad social. Opino que las TEP deben ser un aliado en los contextos educativos para alcanzar estos fines.
Entiendo que la autoestima y el autoconcepto siempre se desarrollan y alimentan del contacto social, de la interacción con el otro. Las TEP son un elemento fundamental en las nuevas generaciones no sólo para desdibujar las barreras geográficas sino las barreras mentales y afectivas. Yo creo que esto nos acerca al otro y nos permite sentirlo de manera distinta. En los contextos educativos se está trabajando mucho en la línea de la educación intercultural, de los valores. El nuevo espacio europeo de educación superior señala de manera especial la importancia de la educación en valores de responsabilidad social. Opino que las TEP deben ser un aliado en los contextos educativos para alcanzar estos fines.
Hay, sin embargo una demostrada falta de capacidad a la frustración i baja valoración delmesuerzo personal entre nuestros jóvenes. Lo que la encuesta demuestra són sus sensaciosnes, quizas sus convencimientos, pero cuando se trata de pasar a la acción hay que reconocer que los jóvenes no estan entre las generaciones más activas en las acciknes d protesta o de ayuda a los necesitados. Veo muchos treinta y cuaentaañeros o incluso gente mayor pero pco jóven, ybsin embargo losnque más se juegan el futuro antenla crisis actual són ellos.
si senyor algu ho havia de dir poc lluitadors penso.
Hay muchas buenas intenciones, pero creo que los cambios generacionales siguen vinculándose a la vitalidad de los movimientos sociales, en nuestra era con el soporte tecnológico de los social media. En España hay síntomas de un desencanto lógico ante la impermeabilidad de los sistemas político y económico a las propuestas de otras normas y otros prototipos humanos: roles comprometidos, carismas solidarios. Eppur si muove.
Después de haber concluído mi tercer escrito en mi blog que entitulé como: “ser o no estar conectados por el conocimiento conectivo…”, en relación a lo que acabo de leer en este artículo, de alguna manera esa percepción social descrita y detallada por instrumentos de investigación social, es una clara muestra representativa de lo que actualmente late en la generaciones jóvenes del siglo 21, ahora en el año 2013, muchos son los acontecimientos que nos pegan y continúan pegando, unos eventos asociados a países altamente desarrollados y tecnologizados y otros en vías desarrollo, misería, enfermedades, guerras abiertas o clandestinas, narcotráfico, corrupción gubernamental en su apogeo, desempleo en escalas internacionales preocupantes, desmitologización de las políticas públicas, asociadas a sistemas sofisticados de inteligencia y espionaje ahora descubiertos y a punto de ser desclasificados, hermosa bomba de tiempo para los poderosos, porque estamos en una fase de supervivencia civil, con algunos aciertos inmediatos a mediano y largo plazo, donde abundan y se cosechan buenas propuestas de cambio para lograr la transformación esperada sobre los nivels de calidad de vida en la población, la percepción que vibra y late en los jóvenes e inclusive niños es todavía de encontrar respuestas solidarias a esta posible catástrofe humana y planetaria, aun se pueden hallar respuestas prometedoras de avance hacia un futuro con mejores perspectivas históricas, eso espero.
Muito bom!