Terminábamos Socionomía apostando por la evolución moral del ser humano en el contexto de la Sociedad aumentada: tal y como ocurre entre los estadios de la evolución moral, de la Anomia a la Heteronomía y de esta a la Socionomía y finalmente la Autonomía, vivimos como sociedad un salto evolutivo. Investigaciones como la que os presento hoy refuerzan este argumento, que será el punto de partida de un próximo libro: los social media pueden ser poderosas herramientas para el cambio de actitud, para la evolución de valores imprescindibles. En este caso se trata del altruismo y de que una campaña en Facebook fue capaz de incrementar extraordinariamente (por 21) el número de personas registradas para la donación de órganos.

Se trata de una investigación de la  John Hopkins publicada en American Journal of Transplantation. que puede continuar una línea bastante conocida pero no tanto en los social media (las otrora denominadas “redes sociables”) para el activismo, basada en la movilización del importante aspecto del reconocimiento social, una de las motivaciones más básicas del ser humano.

Los espectaculares resultados se producían en mayo de 2012, cuando Facebook creaba una forma de compartir el estatus como donantes de órganos en el perfil de Facebook como se hace con los distintivos en forma de lazos, insignias, en el mundo offline.  La respuesta a corto plazo fue espectacular, incomparable a la habitual en este tipo de campañas: 21 veces más de lo habitual, incrementándose el número de donantes al doble de lo usual durante las dos siguientes semanas. Además, aunque el número de registros online va disminuyendo, parece que el efecto supera las duraciones habituales de la mayor parte de campañas en los social media, normalmente de pocas horas.

Se trata de satisfacer una necesidad imperiosa: durante los últimos 20 años y a pesar de los muchos esfuerzos realizados, el número de donantes se ha mantenido relativamente estático. El número de personas necesitadas de trasplantes, sin embargo, se ha incrementado 10 veces.

Los impulsores de la iniciativa piensan ahora en cómo consolidarla, trabajando por ejemplo en su versión móvil. Recuerdo que fue el paso siguiente también de Cell Slider,  un juego que ayudaba a la investigación sobre el cáncer y que tras su lanzamiento para teléfonos móviles aumentaba extraordinariamente el caudal de datos con el que trabajaba y por lo tanto, su potencia.

Imagen cortesía de Shutterstock

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