Pues de entrada no se le ve demasiado sentido pero una segunda mirada la hace aparecer como una idea genial. Se trata de un sitio que convierte nuestras redes wifi en redes sociales privadas, posibilitando que cada portador de smartphone, portátil o similar pueda enviar mensajes privados a los propietarios de los wifi que detecte.

Resulta una buena idea para diversas formas de atención al cliente pero si lo hemos traído aquí es porque inaugura un concepto nuevo en la gama de manifestaciones sociales en la web: el de redes wifi también sociables. ¿Imagináis los Starbucks, Mcdonalds,  “lobbies” de hotel, puntos Wi-fi que todos buscamos cuando viajamos  convertidos en lugares para la conversación o contacto con extraños? El tema podría cambiar desde diversos aspectos de nuestros viajes a la adaptación de los recién llegados a cada cultura.

También resulta interesante a nivel doméstico,  pensarnos a nosotros mismos, nuestros propios wifis abiertos a la posibilidad de recibir mensajes de la gente que tengamos alrededor. Emisoras de sociabilidad domésticas preparadas para la hospitalidad, recursos para tímidos o gente que simplemente quiere estar en contacto con sus vecinos pero no necesariamente de una forma física, en seguida que he conocido la aplicación, como lo hice con Chatroulette y su fenómeno social, la he querido plasmar aquí como una muestra más del carácter hiperrelacional del entorno que vivimos.

Son muchos y muy variados los tipos de relación que podemos establecer en este equivocadamente identificado como entorno de aislamiento social y muchas las posibilidades tanto de realizar como de ampliar las posibilidades de relación con los demás.

Como bien sabemos los psicólogos, son complicados los caminos para la socialización de la gente con especiales dificultades para ello, así que bienvenidas sean las múltiples formas de manifestarla. Tal vez lo que pueda ser un primer contacto en el wifis de un bar o con un vecino sea el principio de una “bonita amistad” en el sentido más tradicional de la expresión y lo más importante: tal vez sin la oportunidad de poner en práctica habilidades sociales online, serían muchos los que seguirían aislados.

Me contaba alguien que recordaba algo similar en un pub con teléfonos en cada mesa (en Argentina). Las fiestas de los mensajes o incluso el turno de las canciones lentas en las discotecas tenían similar función de posibilitar oportunidades para la desinhibición social de los introvertidos.

Desde luego en este caso el tema es mucho más económico y con mayor potencial de generalizarse a muchos otros ámbitos más allá del flirteo. Recordemos cómo la interconectividad potenciaba las relaciones de buena vecindad en Netville o estudios más recientes en Londres.

En definitiva, más sociedad aumentada.

En fin… que nos queda probarlo (Wifis.org ya está ya en Español). Y quién sabe si comentar la jugada con el vecino al que vamos a conocer este 2012.

Entrada leída 1090 veces desde Abril de 2022