Alertábamos hace un tiempo sobre los peligros de la sociabilidad durante la adolescencia, cuando puede ser excesiva y hacernos tan dependientes de grupo como para que “el poder de la organización sin organizaciones” de Shirky termine por derivar, no solo en ciudadanos más fuertes y felices sino en situaciones de bullying terribles.
El caso de Amanda Todd, la joven que se suicidaba hace un par de meses en Canadá. fue extremo en este sentido. La respuesta, como siempre, está en una educación en valores determinada, que entienda la potencia de las armas que estos “adolescentes con superpoderes”, como diría Ito maneja y sepa forjar una independencia de criterio que caraccteriza los estadios más elevados en muchas de las teorías existentes sobre el desarrollo moral.
Que es posible que los adolescentes manifiesten todo ello nos lo demuestra el vídeo que os dejo a continuación. Grabado por los propios adolescentes y viralizado como reacción al que acompañaba el fatal desenlace, encontramos en él frases como las siguientes….
“Alguien podría haber dado la cara por ella, lo hubiese hecho yo….”…
Firman el tema The Fine Brothers, que ganaban un Emmy al la mejor serie de virales por Kids React To, interesante muestra de las emociones que vive la adolescencia actual.
Porque creo que tienen mucho que decir dejo algunas ideas que aparecen en una interesante entrevista en Mashable a los protagonistas del video:
Se sienten completamente solos en la lucha ante lo que viven como un problema importante. Internet, los laptop y smartphones les condenan a no poder escapar de ser acosados, mucho más allá de la escuela, las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
No esperaban, comentan, encontrarse ante la apatía y desesperanza de los adolescentes ante el ciberbulling. Se sienten completamente solos en su lucha contra un problema que les supera. Los adultos no se dan cuenta de la gravedad del tema y los servicios de redes sociales y los Youtube, Instagram, etc. no hacen nada para controlar o limitar el alcance del problema.
Muestran, en definitiva, de nuevo, que son adolescentes con supervalores, con valores también aumentados si los hacemos posibles, haciendo lo mejor que deberíamos saber hacer como adultos: estar ahi, con seriedad, sin histerias, de forma asertiva y firme cuando nos necesiten. Solo así seremos capaces de exigir la responsabilidad que muchos de los protagonistas del vídeo anterior nos trasladan, tanto a los servicios que se lucran pero en demasiadas ocasiones se desentienden de todo ello, como a las lentas sociedades y administraciones que no terminan de ofrecer respuestas.
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Sabeu si hi ha una versió subtitulada?, el trobo interessantíssim.