Decir, en la web, que la verdadera cultura está en otra parte es, además de una contradicción difícil de entender y de un auto posicionamiento en un plano de superioridad no demostrado y ni siquiera necesario, ofender directamente a quienes nos leen.
Incorporo en el sentido contrario un excepcional artículo, de Jamais Cascio en The Atlantic, acerca de la adaptación del ser humano, también, a la aceleración tecnológica.
¿Qué haremos ante la www? Pues lo mismo que llevamos miles de años haciendo: adaptarnos, evolucionar, muy probablemente mejorar como especie.
Pero en este caso, a diferencia de otras especies, no dependeremos de la evolución natural que incremente nuestra inteligencia para sobrevivir: Tecnología, farmacología impulsarán aquello que nos hace únicos: nuestra inteligencia.
Se invierte, un año después y en el mismo medio, la desafortunada afirmación tecnofóbica de Carr (Google nos hace estúpidos), ¿No será que Google nos está haciendo, realmente, más inteligentes?
Los científicos hablan de que hace 12,000 años de la última era glaciar (holoceno). Fue cuando emergió la civilización humana y nuestra co-evolución con herramientas y tecnologías que nos permiten adaptarnos mejor al entorno físico.
Si el aumento de la inteligencia tiene el impacto esperado, pronto entraremos en una nueva era. El foco de nuestra evolución tecnológica estará en menor medida en cómo adaptarnos al entorno físico y en mayor en cómo adaptarnos a la enorme cantidad de conocimiento que hemos creado.
Podemos llamarla Nooceno, desde el concepto de Pierre Teilhard de Chardin de Noosfera, conciencia colectiva creada por la interacción profunda de las mentes humanas. Lo expresa perfectamente Vernor Vinge. “en 30 años tendremos tecnología como para crear inteligencias suprahumanas (lo escribía en 1993)” Es la singularidad, la culminación de la noosfera y el fin de la historia.
Si Nicholas Carr, el mismo que se regocijaba hace unos días presentando estudios que mostraban los déficits sociales de los internautas, nos decía también en Atlantic, que Google, la web, estaba provocando daños irreversibles en nuestras estructuras cognitivas, rescatando el concepto de la ciber teórica Linda Stone sobre “atención contínua parcial, casi el déficit de atención contínua parcial (ADD), Kevin Kelly y ahora Cascio le replican.
¿Y si lo que está co-evolucionando con las tecnologías es nuestra inteligencia?:
La inteligencia aumentada reduce la necesidad de especialización e incrementa la participación compleja.
Nosotros y sistemas digitales nos convertimos en más rápidos, más sofisiticados y más capaces en la misma medida. Se trata de co-evolución: aprendemos para adaptar nuestro pensamiento, nuestras expectativas a esos sistemas digitales y a la vez nuestra inteligencia crea sistemas cada vez más complejos (farmacológicos – fármacos que aumentan las capacidades cognitivas, tecnológicos) y poderosos para satisfacer nuestras expectativas.
Avanzamos desde un mundo de “atención contínua parcial” hacia un mundo de “conciencia contínua aumentada”.
Lo que vivimos, mientras vamos enriqueciendo nuestra cognición en un entorno como nunca abonado es, como señala Piscitelli en Nativos digitales, el tecnoreduccionismo, la incomprensión, la resistencia de los viejos intelectuales a entender las nuevas dinámicas de la cultura, del conocimiento.
Vivimos un cambio radical, epistemológico, que afecta a los nuevos Nativos, híbridos, anfibios y polialfabetizados, como comenta el maestro (o mediador 2.0) Alejandro, como él mismo preferiría ser llamado. Y eso es lo que deberíamos potenciar en las personas.
No hay vuelta atrás en eso…y no habremos sido educadores si no les hemos prestado nuestra ayuda.
(Actualización 7/7): Terminaba de editar este artículo cuando he encontrado otro que, en esta misma línea, quería resumiros / traducir: Stephen Hawking: “Humans Have Entered a New Stage of Evolution”(Stephen Hawking: Los humanos hemos entrado en un nuevo estadio de la evolución):
La ratio de la evolución biológica en humanos es poco menos que un año comparada con los 50.000 nuevos libros publicados en inglés cada año, conteniendo alrededor de un 100 billones de bits de información, comenta Stephen Hawking.
Esto significa que estamos entrando en una fase de la evolución (“evolución auto diseñada”) en el que seremos capaces de cambiar y mejorar nuestro DNA, y durante el próximo siglo, descubriremos cómo modificar tanto la inteligencia como instintos como la agresividad.
Si la carrera que ocupa al ser humano en rediseñarse a sí mismo, en reducir o eliminar el riesgo de auto-destrucción, sigue a este ritmo, alcanzaremos las estrellas y colonizaremos otros planetas muy pronto.
Esto será con máquinas inteligentes basadas en componentes mecánicos y electrónicos, más que en macromoléculas, que podrían reemplazar en algún momento la vida basada en el DNA, del mismo modo que el DNA pudo reemplazar una forma anterior de vida.”
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“La inteligencia aumentada reduce la necesidad de especialización e incrementa la participación compleja.”
SIGNIFICARÁ ACASO EL AISLAMIENTO TOTAL DE LOS GEEKS ?
HMMMMM….POBRECITOS
LOLA CIENFUEGOS
Nos hace más capaces. Google organiza la información y el usuario la valora y el ecritor le da la materia prima a google: los contenidos y enlaces de las páginas.
En mi blog doy una replica a lo que dijo la rectora de la UB Imma Tubella diciendo “La universidad ha perdido el monopolio del conocimiento.”
@jrosell:
La red es creación humana y co-evoluciona con nosotros, según el autor. Muy bueno, el discurso de Imma Tubella y su frase honesta.
Un saludo
Dolors, lectores, atraigo su atención a mi comentario sobre este tema en octubre de 2008, en http://pisanty.blogspot.com/2008/10/internet-y-tu-cerebro.html – tema de interés indudable y al que hay que aproximarse con cercanía a los resultados más rigurosos de la ciencia.
@dreig Bien. Con esta respuesta veo que te refieres más a la inteligencia colectiva y no tanto a la inteligencia individual. IMHO facilitar la productividad a los trabajadores del conocimiento nos hace parecer más inteligentes.
Muy interesante la idea de co-evolución del ser humano con lo digital. Mi reflexión había ido hasta ahora más próxima a la co-evolución de las organizaciones (como estado evolutivo último) con el entorno en que se mueven, infiriendo cambios es el mismo, prescribiendo aspectos por donde las cosas se mueven… y siendo influídas (claro) en sentido tradicional y contrario.
Pero no había pensado en la co-evolución del indivíduo con el mundo Matrix creado por él mismo… ;-)
Me queda la duda de si las velocidades con que nosotros y los sistemas digitales nos volvemos más rápidos, más sofisiticados y más capaces pueden mantenerse acompasadas. De si la “conciencia continua aumentada” no nos va a generar demasiado estrés, incluso físico. Algún temorcillo ya me deja…
Inquietante. Rozamos la ciencia ficción… y eso significa que puede hacerse real.
El ser humano, siempre lleva su fantasía a la realidad. Es inherente a nuestra condición. Es implícita. No nos asustemos. Preparemonos para ello. Para adaptarnos a un nuevo estilo de visionar nuestra propia realidad y, la realidad física independiente de nosotros.
Saludos cordiales
Orlando Tipismana Neyra
Lima – Perú
Me quedó con lo último de la evolución de las máquinas, está claro que ese puede ser un futuro y que lo que hemos visto en algunas películas y que parecía sci-fi en realidad puede convertirse en realidad y se veía venir de hace tiempo.
Saludos
De acuerdo, ésto de veía venir. Recuerdo desde muy niño conocí a un Ingeniero minero. Y, en unas de esas raras conversaciones de “ese tiempo” – 60 – 70. Se “atrevió hablar de sus “fantasías”. Nos decía ante un atónito hijo “….. en el futuro los hombres volarón, tendrán una seria de aparatos que les permitirá comunicarse mejor, yo no lo veré, pero ustedes sí……..” Cuando ví Matrix, me trajo ese recuerdo. dije “….¡Ah, no era fantasía, la realidad virtual, ha venido para quedarse con nosotros, y convertirse en una nueva realidad, qué sera parte de nuestra misma realidad. En neurociencias, se sabe que el cerebro crea una realidad de la realidad. Sigo sosteniendo, “no, nos asustemos, es nuestro cerebro, el que está haciendo su trabajo….”, más bien, con nuestras acciones mejoremos la capacidad de que nuestro cerebro aprenda a tomar mejores decisiones, aún cuando sea nuestro propio cerebro. Es decir, “pura” nueva adaptación al inhóspito mundo de nuestro propio cerebro”. Es un circuito cerrado, no abierto.
Orlando Tipismana Neyra
Lima – Perú