23 comentarios en “Educar la privacidad en la Sociedad de la transparencia”

  1. No creo que el problema de la privacidad sea estrictamente nuevo. Sí que lo es para las generaciones urbanas, acostumbradas al anonimato que otorga la vida en multitud. Pero no creo que sea un fenómeno nuevo para personas que viven en pueblecitos, o en comunidades relativamente pequeñas.

    Vivíaos en un entorno muy escorado hacia el anonimato (hacia lo secreto de García Márquez) y nuestro cerebro emocional no está preparado para eso (al contrario, la felicidad procede de la liberación de diversas sustancias químicas promovida por el contacto con otros/as). Echábamos de menos el ser reconocidos (en ambos sentidos, de valoración y de identificación) y muy pocas cosas habían funcionado como sustitutivos de esa pérdida de contacto (¿quizá diversos estupefacientes?).

    Creo que la vuelta (virtual) al pueblecito está bien, sobre todo porque es voluntaria, no impuesta. Y porque de ella se obtienen múltiples retornos. Y porque es posible lograr intencionadamente un cierto equilibrio entre lo público, lo privado y lo secreto (más allá de los límites que imponga el contexto vital).

    Pero de que esté bien a que esté exenta de riesgos es verdad que hay mucho trecho. Haces (otra vez) un buen análisis, situando la raíz de la web 2.0 en la emoción, y hablando de riesgos que están por hacerse evidentes, pero que se están larvando.

    Me ha gustado mucho este post. :)

  2. Hola Dolors,

    Estoy de acuerdo contigo, el precio que hay que pagar por la autenticidad es una mayor transparencia, para la que no todo el mundo está preparado pero que efectivamente no parece que tenga marcha atrás.

    Cuando se critica lo que sabe Google de nosotros siempre lo comparo con lo que sabe cualquier gran superficie sobre los clientes que compran con tarjeta de fidelización: lo saben TODO, pero eso sirve para que no te envíen publicidad sobre lo que no compras y en cambio te hagan ofertas sobre lo que sí compras: bien usado, a mí ya me va bien.

    Por otro lado me ha gustado mucho la cita de Schmidt, pero es que nadie es perfecto, ¿no? El mejor escribano echa un borrón, dice el refrán… :-)

    Por cierto el otro día me alabaron una ponencia tuya para Guadalinfo, enhorabuena!

    Muchas gracias por la oportunidad de comentar y Muy Feliz 2010!

    Jaime

  3. José Luis:

    Gracias por tu comentario. Creo que sí…que tu idea de la nueva aldea, el nuevo pueblo virtual es muy similar a la que comentaba de la plaza pública, “ágora virtual” que nos reconoce y hace relevantes. Muy buen análisis, también como siempre :)

    Un abrazo

  4. Muchas gracias, Jaime, por el comentario. Cierto….lo de Schmidt es un poco extremo :)

    Muy feliz año 2010 también para ti.

  5. Muy interesante el post; y muy bien explicado.

    Precisamente esa barrera entre lo público + privado + secreto me parece uno de los retos que las redes sociales aún no han resuelto bien.

    http://javilop.com/exprimiendo-fallos-de-privacidad-en-facebook-como-ver-fotos-de-perfiles-privados/

    La analogía con el pueblo me parece muy acertada, pero los que hemos vivido en uno, salimos de él, para volver a vivir a otro, no lo entendemos necesariamente como algo positivo (supongo que tiene bastante que ver con la personalidad de cada uno). Lo peor de la red es que es un pueblo del no podrás salir una vez alquiles un espacio, aunque sea para pasar unos días, porque habrás dejado un rastro indeleble, indexable y ahí quedará por muy lejos que creas estar de ese espacio.

    Con sentido común y positivismo se puede disfrutar mucho de las redes sociales, lo malo es que el sentido común es escaso y se pierde rápido cuando coges confianza. Las redes sociales nos interconectan fabulosamente, pero si no se tiene mucho cuidado pueden limitar drásticamente nuestra libertad ;-)

    Por poner un poco un contrapunto. Felices fiestas, Jaume.
    http://www.solucioncrisis.com

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  16. Hola Dolors.
    Artículo muy interesante. Me ha gustado especialmente cuando planteas lo de “gestionar la privacidad como una nueva competencia, aprender, enseñar a protegerla”. En las diferentes esferas en las que me muevo (como padre de adolescentes, como profesor de jóvenes universitarios y como terapeuta en mi consulta) me encuentro a menudo con la cuestión de la gestión de la privacidad.
    Cuando las personas dedican un mínimo de tiempo a pensar cambia, para mejor, su apreciación de la imagen que transmiten públicamente a través de las redes. A menudo las personas no paramos a pensar. Cuando se consigue hacer un alto se crea una oportunidad para reflexionar y entonces pueden crearse nuevas maneras de ver el mundo, a uno mismo y a su relación con el otro.

  17. Hemos vivido en estas últimas décadas una época de "empelotamiento"; recuerdo la casa de cristal, "experimento" realizado con dineros del Estado,
    el desnudo de Patricia…(una conocida actriz chilena) en el Museo de Bellas Artes (escándalo no por el cuerpo de ella sino que por lo impertinente y extemporáneo), la exposición de fotos de desnudos de famosos actores en el mismo Museo de bellas Artes, el empelotamiento de miles de chilenos en el Parque Forestal para posar para un fotógrafo extranjero… Para qué seguir… Esto que se comenta en el artículo es una arista más de esta época en la que nos ponemos en vitrina con todos nuestros defectos y virtudes. Mucho de esto forma parte de mi libro, recientemente publicado "La Gran Crisis Social del 2029", porque este tema que se comenta en este espacio no es un hecho aislado de la sociedad que, de la mano de la tecnología y de un modelo económico, social y culturalmente desregulado, avanza a una velocidad creciente hacia horizontes más o menos cercanos, pero difusos, brumosos, tras los cuales no sabemos qué sucederá.

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