Lo comentaba precisamente ayer en un webinar de cierre de curso sobre Tendencias 3.0 y educación, a raíz de la pregunta de un participante: De los dos tipos de realidad aumentada que podemos establecer según un criterio de direccionalidad de la información, de arriba abajo o de abajo arriba (podríamos establecer las mismas categorías para la web semántica), falta desarrollar la segunda.

Al contrario de lo que hemos vivido con las redes sociales, con el usuario colonizando antes el lugar que las empresas han querido ocupar después, la realidad aumentada está siendo construida desde campañas de márketing y empresas de gestión de social media.

Así, para algo tan importante como para proteger la democracia, la meritocracia, el periodismo ciudadano y todos esos elementos a los que no queremos renunciar, debemos facilitar la creación de contenidos por parte del usuario para la realidad aumentada. También en el caso de la Linked data web que podría, de lo contrario, seguir pareciéndose a los medios masivos tradicionales.

Algo parecido me recordaba Luis Rull en Kfé innovación: tan importante como la información que nos devuelve la realidad es la posibilidad (pensemos en Foursquare, por ejemplo), de etiquetarla, de seguir, como destacábamos hace un tiempo, construyéndola desde lo social. Es importante seguir teniendo espacio, lugares, interfaces desde las que participar. Dicho de otro modo, lo importante en Foursquare, que podríamos considerar un subtipo más de RA  lúdico social, no es lo que los comercios digan de sí mismos sino lo que nosotros podemos opinar.

Dicho de otro modo, si no respecta el carácter folcsonómico de la web (el que la hace social), la Realidad aumentada podría tener que cambiar de nombre hacia “Realidad aumentada comercializada” o institucionalizada” y la Linked data web hacia la “web de los datos institucionalizados y enlazados”.

Si no desarrollamos mecanismos para que sea el ciudadano, el individuo o grupo que hoy mantiene blogs, wikis, podcast, youtube, redes sociales y similares el que alimente también la Realidad aumentada o la Web semántica, si no creamos UGM (User generated media) también en el nivel de complejidad hacia el que nos dirige la web 3.0, podemos estar construyendo una web a dos velocidades, de dos calidades, tal vez de dos precios (podéis consultar el interesante artículo en The Atlantic, relacionado con ello), que creo que ni nos gusta ni nos conviene.

Esta semana parece que se despeja un poco el horizonte y veíamos un ejemplo con el lanzamiento de un CMS móvil y online para crear contenidos (de AR) para la plataforma Layar, Hoppala “Augmentation”.

Su idea es hacer la creación de contenidos para la realidad aumentada tan fácil como bloguear. Una interface usable permite añadir iconos imágenes, audio, vídeo y 3D en mapas alojados en los servidores de la aplicación. Hoppala colabora con Layar desde su lanzamiento y estuvo presente también en la beta de su Layarserver en Agosto de 2009.

Una buena noticia para el peridismo ciudadano y el resto de los temas que comentábamos más arriba, que esperemos que pueda ampliarse pronto a otras plataformas, como junaio o Wikitude.

Aunque será necesario también, como comentan en RWW, que todas estas ahora plataformas independientes adopten ciertos estándares. Y es que para que la realidad aumentada social pueda ser realidad, como para la web que quiso también matizarse con ese adjetivo, (pensemos en la interoperabilidad de los navegadores con la mayoría de contenidos y plataformas, como en el caso de blogs, webs, redes sociales, etc…)  empiezan a ser necesarios navegadores abiertos, que puedan agregar contenidos de múltiples plataformas, más que aplicaciones únicas que aumenten pseudo universos parciales.

Bienvenido sea, igualmente, Hoppala:

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