Ando ultimando detalles del temario de un curso de Posgrado sobre Tendencias web y educación en que la web semántica y sus desarrollos en la Linked data cloud tienen un protagonismo especial. Si la característica fundamenal de la educación en la web del futuro es la personalización, será necesaria una web mucho más estructurada para hacerlo posible.
Aunque considero excesiva la apropiación que intenta Siegel del término “web semántica”, comentando que fue él su autor y no Tim Berners Lee (el papel de este último en el desarrollo del concepto convierte el hecho fundacional en más bien anecdótico), creo que puede ser interesante leerle.
Su teoría no parece aportar demasiados detalles adicionales a la de la Larga cola, pero “Pull”, el libro que publica, creo que da en el clavo en cuanto al traer a la actualidad el próximo protagonismo de la semweb, de los datos estructurados, la ventaja competitiva que supondrá lo que ya Kevin Kelly y aquí mismo determinábamos como uno de los valores añadidos en cuanto a la oferta de contenidos en la web: la encontrabilidad de los datos.
La salida previsible de la crisis a partir de 2011 (año de la “próxima revolución de la web“, según algunos/as), el incremento de la cantidad de datos, pueden significar la inversión en tecnologías que los hagan más relevantes.
Buscadores más inteligentes, más sensibles a metadatos puden corresponder a servicios de posicionamiento basados en la web semántica.
Me inquieta el alcance del fenómeno. Más si pensamos en términos de generosidad letal, de Sharismo. Es posible que si hoy se trata de compartir en la máxima extensión posible, de aportar lo mejor de nosotros mismos a la evolución de web y humanidad, mañana debamos además invertir, volver a depender de lo económico, en que el lenguaje que utilicemos sea lo más interoperable, lo más universal posible.
Supongo que hemos aventurado otra nueva definición de lo que es o no semántico. Las hay sociales, que enfatizan el papel de los pares y sus recomendaciones en la desambiguación de la web y otras igualmente amplias, como la de Siegel, que discute Richard MacManus (coincido en su opinión) en RWW.
Pull es un trabajo algo intuitivo, que podría, en mi opinión, prescindir de la utilización del término web semántica. Como ejemplo de ello podéis encontrar en el site que acompaña el libro, The Power of Pull, un “Semantic Web Acid Test.” que define la web semántica como aquella que estructura sus datos de forma simple, “no ambigua”.
No menciona cuestiones básicas para el desarrollo de esta, como el cumplimiento de estándares que permitan la interoperabilidad, “hablar el mismo lenguaje” entre bases de datos, lo que también se denomina la web estructurada, la linked data web, y los lenguajes XML, RDF, OWL, etc…que tantas veces hemos repasado, pero que incide en algunas ideas que muchos/as vamos aventurando ya.
“El libro describe la era Pull, en la que los consumidores compran las cosas ondemand (a demanda). Productos, servicios, información, conocimiento, consejo, etc…
eso cambiará el mundo de los negocios, desde un modelo de interacción con el consumidor “lead-push” (liderazgo que atrae al consumidor) a un modelo “pull-follow”, de seguimiento y respuesta a cualquiera de sus demandas.”
En fin… me preocupa últimamente que el desarrollo semántico no pueda significar mayor relevancia de los datos de las organizaciones que puedan permitirse pagar por formar parte de una web más avanzada.
O que desaparezca el carácter “bottom up”, popular, de mayor relevancia de los contenidos generados por el usuario que los corporativos.
¿Peligra la meritocracia por la que todavía trabajamos con la que prometía ser una web mejor?
¿Será el futuro de una web a dos velocidades en la que la relevancia esté marcada en gran medida por la capacidad inversora del emisor de información?
¿Herramientas de semantización libres? Creo que en ellas está la posible solución.
En cuanto al futuro del consumidor inteligente es obvio que será de encontrabilidad, de larga cola o satisfacción de cualquier posible necesidad mediante el amplio repertorio de opciones posibles (cualquier cosa es posible ya, a nivel de tecnologías de la información y la comunicación) que ofrece la web.
Me ha recordado la entrevista que me hacía Carlos Albaladejo para Universia, después del Debate resintonizando la educación: El futuro está en la personalización, en responder con eficiencia al “Pull” de un usuario afortunado, que podrá aprender de forma personalizada en un entorno de abundancia:
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Con la hiperabundancia de información en la que estamos sumidos, creo que el concepto de web semántica está siendo una iniciativa abortada, que muere antes de nacer. Los cambios están sucediendo mucho más rápido que la capacidad que tenemos para dar respuesta a ello con este tipo de ideas. El problema radica en cómo localizamos la “aguja en el pajar” , creo que algo intrínseco a esa personalización del aprendizaje, que bien mencionas en el video, es la constitución de redes inteligentes, colectivas, que puedan brindarnos a través de recomendaciones la ubicación de contenidos relevantes. Es la única forma de lograr un sistema de rankeo lo suficientemente sincero y que al mismo tiempo se transforme dialécticamente (y en vivo) con la avalancha informativa. Twitter, facebook, linkedin, pueden ser modas efímeras, pero la web social si creo que es algo más definitivo, es una evolución necesaria, y de hecho, es la única solución que puedo avisorar inmerso en este caos informativo que nos explica Weinberger.
Estarás dictando un curso para el Posgrado?
Hay que inscribirse al posgrado “completo” o puede hacerse sólo el curso?
Desde ya muchas gracias por la aclaración.