Será porque tengo suerte o porque mi atención es selectiva en mi lector de feeds a lo que me interesa, navegando el otro día, a modo de insight, entendí un tema en el que vengo pensando últimamente, la web semántica, el que será el futuro de nuestra red.
Lo que es hoy una babel poblada de contenidos diversos, escritos en distintos idiomas, en distintos lenguajes de programación evoluciona en nuestros días hacia lo que será un punto clave para el conocimiento compartido: la estandarización.
Web 1.0=informar=Sociedad de la información.
Web 2.0=compartir=Sociedad del conocimiento.
Web 3.0=comunicar=Sociedad del conocimiento compartido.
Ese es el requisito fundamental para ese futuro de conocimiento interconectado del que se beneficiará la humanidad: hablar un idioma común.
Nos habla Teemu Arina, uno de los autores futuristas del ámbito del elearning al que sigo siempre que puedo y autor de Aprendizaje 3.0, de un nuevo concepto, derivado de sus teorías sobre el homo contextus: Hacking the noosphere.
El concepto parte de un artículo de Jon Udell en el que nos habla de Doug Engelbart, inventor del ratón, y un innovador clave en 2 paradigmas de la informática: La interface gráfica de usuario y la web de la información hipertextual.
Su famoso video “mother of all demos” (la madre de todas las demos) es el primer videotutorial, screencast de la historia, con 40 años de antigüedad:
[youtube]X4kp9Ciy1nE[/youtube]
La web 2.0 ha hecho realidad lo que vaticinaba: ese futuro en el que las mentes humanas estén interconectadas, formando una nube de conciencia humana que envolverá el planeta. Es la noosfera, el “noos” (mente, conciencia) compartido.
Si bien el concepto aparece en ocasiones asociado a ideologías creacionistas, teológicas, en este contexto se trataría de una visión evolucionista de aumento de la humanidad, de la necesidad de aumentar las capacidades humanas para recrearlas y proyectarlas en un espacio compartido que funcione como una memoria asociativa planetaria.
Internet, la web 2.0 son herramientas ideales de soporte y amplificación de nuestra tendencia natural a analizar, visualizar, simular, decidir y actuar. Y los únicos límites, los políticos y económicos de siempre.
En la futura red organizada, la web 3.0, cobrarán importancia los estándares. Y estos, a diferencia de los idiomas no podrán estar supeditados al poder, ni político ni económico : deberíamos hackear la noosfera, luchar por los estándares, impedir cualquier intento de apropiación, defender que sean libres.
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Y después de todo eso, deberíamos tomar unas buenas vacaciones?
No me veo explicando a mi vecino la sociedad del conocimiento, porque con el ruido que hace por las noches creo que poco de eso tiene.
Saludos dreig y perdona la tontería, pero me apetecía dejar un comentario
Cierto, Marcelino. Yo explico esas cosas a veces a la gente pero tampoco creo que me hagan demasiado caso. Igual si lo entendemos algun@s de momento ya es suficiente. Al vecino ya le llegará el momento. Es futurismo y estamos de acuerdo en que, en este tema “corren malos tiempos para la lírica”. ¿Te cuento una batallita?
De adolescente hablaba de estas tonterías por el mundo…y me sentía algo mal cuando la gente solía reirse. Siempre me quedaba, eso sí, el recurso de que dicen que la gente se ríe de lo que no entiende. Gracias a internet, de vez en cuando te das cuenta de que hay quien sí quiere pensar en esos términos. La conciencia no es universal, falta mucho camino por recorrer para ello, pero cada vez se siente más acompañada. También por tu visión, que contribuye a desmitificar cosas que el vecino quizás ya diera por sentadas.
Además, no me dirás que el artículo no ha encontrado buena compañía con Enya sonando en tu blog.
Un saludo.
bueno