1. ORÍGENES:
En algún nivel, Nosotros, el medio revelará algo
sobre la sociedad y la forma en que las personas
aprenden de los otros.
— Dale Peskin, Nosotros el medio.La fuerza con la que la revolución digital ha irrumpido en nuestras vidas nos da una idea de en qué medida, además de crear nuevas necesidades, proporciona una adecuada cobertura de las necesidades del ser humano y la sociedad occidental en general en el siglo XXI.
Se trata, como cuando pensamos en la revolución industrial, de un cambio de paradigma impulsado esta vez, además de por y en beneficio de los lobbies de poder de lo económico, por y para satisfacer algunas necesidades emocionales e intelectuales de de seres humanos más o menos anónimos.
Internet y la World Wide Web se desmarcaron desde su inicio de sus fines militaristas. Tampoco fue la economía la que, a la vista de las posibilidades que ofrecía, impulsó en exclusiva su desarrollo. De mano del capital, pero intelectual, una minoría inteligente manifiesta y trabaja desde el principio, desde una visión optimista de la tecnología como arma de emancipación, de libertad, de la sociedad postcapitalista.
Más allá de leyes como las de Moore, Reed o Metcalfe sobre la evolución exponencial de tecnología y redes sociales, son 3 de las características de la web 2.0, las que considero las principales claves de su emergencia, democratización y rápido desarrollo, correspondientes a algunas de las necesidades que Maslow situaba en la cúspide de la piràmide de motivaciones del ser humano:
Conocimiento:
Como necesidad y requisito indispensable de una evolución social democrática, nos referimos, en el contexto de la web 2.0, a la sociedad del conocimiento, a las posibilidades formativas de la red hipertextual, desde la wikipedia a los infinitos artículos y tutoriales que, prácticamente sobre cualquier tema, podemos encontrar en la red. El peligro de desinformación a raíz del caos es en mi opinión un mal menor desde el concepto de participación. Serán las minorías e individuos, más o menos organizados y no solo los grupos de poder, quienes generarán unos contenidos no por menos consensuados, menos veraces.
Creatividad:
La crisis de valores contemporánea se plasma en la red la generación de contenidos por parte del usuario (UGC). Y eso, se mire como se mire, es positivo, a pesar de críticas sobre el crecimiento exponencial de contenidos repetitivos, vacíos de ideas y creatividad que realizan algunos autores y que no muestra más que el caràcter incipiente de la web colaborativa. De alguna forma y parafraseando alguna de las críticas leídas, cortar y pegar hoy no deja de ser compartir el conocimiento, o dicho de otro modo, un paso necesario para aprender a crear, a producir contenidos de mayor calidad y con mayor criterio, mañana. Los avances en anchos de banda y multimedia (videoblogging, p ej.) hacen más atractivos estos contenidos.
Sociabilidad, participación:
Hemos leído también sobre lo absurdo de manifestarse en la red para decir “yo también”. En mi opinión, decirlo es manifestar sentimientos de filiación, de pertenencia, intrínsecos al ser humano. Estamos ante la “Web de la gente”, ante un hábitat favorable a nuestra vertiente de animales sociales (véase Ohmy news o Center for citizen media). En momentos críticos, incluso, decir yo también puede ser reenviar mensajes, informar con veracidad a nuestros iguales o cambiar el rumbo político de un país.
Bibliografía:
-Scolari, Carlos (2006) “ Más allá de la Web 2.0: el caos semántico no afloja”. Blog
Digitalismo. [Serie de 5 artículos]
-http://digitalistas.blogspot.com/
2006/07/ms-all-de-la-web-20-el-caos-semntico.html
-Milla, Héctor (2006) “De los Flickr de los videos a los YouTube de los films”
-Nosotros el medio
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