Conocida es ya la frase de Alan Kay que reza aquello de que sólo las generaciones que nacieron antes que ella consideran algo como tecnología.
El tema no es que me preocupe demasiado que los jóvenes se dejen convencer por propuestas de consumo tecnológico cada vez más (y de forma más rápida) elaboradas. Lo que me preocupa un poco más, a la vista del estudio que os explico hoy, es que cuando hablamos de social media, de las nuevas posibilidades de “empoderamiento” que suponen, tengamos que afrontar una realidad que los datos apuntan que no es tan participativa como querríamos.
Muchos/as lo hemos vivido personalmente: el mito de los nativos digitales cae cuando observamos su desempeño profesional o Universitario y nos damos cuenta de que son huérfanos, más que nativos digitales, de que han crecido sin acompañamiento en el proceso de utilización de las TIC.
El estudio de Forrester recuerda, en este sentido, las carencias, técnicas y motivacionales que presenta la generación Y, levantando el fantasma de que es posible lo que titula este post, que vayamos a desaprovechar la oportunidad, que sólo valoremos la libertad, la revolución social que vivimos o podemos llegar a vivir, los que hemos nacido antes que ella.
Si no educamos la participación, si no ayudamos a incorporar los usos sociales de las tecnologías al circuito formativo – de intereses profesionales de los jóvenes, si no les ayudamos, como siempre decimos, a definir los objetivos de la revolución social, creativa, cognitiva, que la tecnología es capaz de provocar, corremos el riesgo de que lo que podría haber sido empoderamiento, emancipación, posibilidad de hacerse oir de forma igualitaria y más independiente que nunca de marcas e instituciones, se quede en pura anécdota.
Concluye el estudio:
“Los trabajadores de la Generación X y no los de la Generación Y, más joven, son los que están desarrollando estrategias en las redes sociales para el negocio, seguidos de cerca por los Baby Boomers de 55 o más años.“
Concreta en algunos puntos:
1. La generación Y es la menos proclive a compartir información vía mensaje de texto, video o video-chat. Solamente el 26% enviaría información laboral por mensaje de texto, contra un 47% de los mayores de 55 que prefieren hacerlo de ese modo.
No sé dónde queda el mito de que el mail desaparecería (quizás Facebook mail diluya un poco el panorama), que los jóvenes tienden a comunicarse a través de redes sociales y están dejando de utilizar el mail. No es así en el trabajo….
2. La Generación Y usa menos las redes sociales para trabajar. La encuesta muestra que el 40% usa social media para el negocio, mientras que el 50% de los de 55 o más lo hacen.
Aunque Forrester interpreta este dato en el sentido de la mayor adecuación de las redes corporativas, creo que la imagen interesadamente parcial que se ha venido ofreciendo de las redes sociales desde medios de comunicación y otras instituciones amenazadas, junto a la ausencia de educación para la participación en las redes, las evidentes carencias en educación de la ciudadanía digital en la escuela han dejado en los jóvenes la sensación de que no existen los usos “serios” de las redes sociales, no por lo menos en ámbitos que no sean de ocio.Veíamos recientemente la reacción de Facebook al tema y podríamos interpretar una vez más la “jugada” del Facebook mail en este sentido de lavado de imagen de la compañía hacia usos más elaborados que los habituales.
3. La Generación Y presta menos atención en las reuniones. Solamente el 51% cree que es importante prestar atención en las reuniones para decidir cursos de acción.
Repetimos aquí el mito de la multitarea, de los déficits de atención de la iGeneration, necesitada de estímulos multicanal, de experiencias lo más immersivas posible.
Podríamos preguntarnos por otra parte si es a sus edades que en las reuniones se les reconoce socialmente, si lo que dicen es tenido en cuenta, si se les permite, en ocasiones, incluso decirlo. ¿Queremos que de verdad participen en reuniones presenciales o virtuales de distintos tipos? ¿Estamos dispuestos a escucharles? Porque puede que debamos relajarnos: Quizás los resultados de Forrester no anuncien que la Revolución social, creativa, cognitiva no van a a producirse sino que simplemente la empresa, la organización, no va a beneficiarse de ello.
Dando un paso más me atrevo a aventurar que la importancia de llevar la educación de la participación a la escuela, a las empresas, a cualquier organización es tal que de ello depende que hablemos de un cambio trascendental o que nos quedemos en la simple anécdota.
4. La Generación Y es menos proclive a pensar que las reuniones son eficientes.
La explicación, la misma que para el punto anterior. En este caso, sin embargo, Forrester matiza con un dato concluyente: los índices más altos de actividad empresarial se dan entre mayores de 55. Los mayores piensan, los mayores actúan… No me atrevo habitualmente a definir elementos de facilitación de la participación que sirvan para todos/as pero hoy es día de excepciones: No hay participación auténtica sin algún tipo de “empoderamiento” para el indiivduo.
5. La Generación Y usa menos el contacto visual. El 79% de los mayores de 55 considera la importancia del contacto visual, mientras que sólo un 65% de miembros de la Generación Y.
En este punto el estudio daría la razón a Ruskkoff (en “Program or be programmed”), a Turkle (“Alone together” es su próximo libro), que destacan los déficits en socialización que introduce o agrava la vida online de los jóvenes. El primero llega a hablar de síndrome de Asperger, de dependencia de lo verbal sobre lo visual, de la tendencia de los internautas a tener poco en cuenta las claves sociales y la expresión facial, la aparente falta de empatía y dificultad para el contacto visual que ocurren cuando pasamos demasiado tiempo conectados.
En fin… llevo tiempo convencida de que educar la participación, motivarla, pasa por compatibilizar los objetivos del individuo con los de la corporación, derribar muros entre los ámbitos organizativo y personal. Si empresas y organizaciones, incluso las supuestamente más horizontales, siguen dando la espalda a las necesidades más elevadas (reconocimiento social, realización personal y profesional) del ser humano, la única oportunidad que nos queda está en mostrar, si no lo han descubierto por su cuenta, que existe un lugar (la web) en el que es posible cubrir ese tipo de necesidades y por tanto ser feliz.
Puede que debamos extender la frase de Alan Kay: Sólo conocen, valoran la libertad, los que nacieron antes que ella. Los jóvenes de hoy pueden ser muy grandes, construir un gran mañana si les enseñamos y dejamos lugar (en la web, en las organizaciones) para crecer.
Es fácil extasiarse, incluso cegarse ante lo primero, una revolución tecnológica que a veces nos parece increíble (una impresora 3D de carreteras, nos muestra el vídeo…), pero sigo apostando por lo siguiente, una revolución social que nos hará mucho más grandes. ¿Cómo he podido perderme el segundo vídeo hasta la fecha? ;)
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Lo siento… únicamente me fijo en el título y contestaré a la pregunta. Pues sí: siempre se valora algo cuando se carece de ello.No tengo más que mirar a mi alrededor para convercerme de que es así y es que en realidad siempre ha sido así. ¿Por qué nos empeñamos en seguir valorando estas cuestiones?
Saludos desde Bilbao
Hey Dolors,
Te escribo porque curiosamente hasta el momento en que te estoy escribiendo en este justo instante estoy recordando que te soñé y que me decías:
-Germán, en realidad me llamo Dolores, pero dada la Revolcución creativa mi nombre artísitco es Dolors- un sueño por demás divertido.
Respecto al post, dejame decirte que hya mucho de cierto en él, puesto que una de las peculiaridades de la generación Y es precisamente la depresión, soledad y ausentismo, bien lo dice Yoani Sánchez en su Blog: http://www.desdecuba.com/generaciony
Y es un fenómento sociológico de toda esta generación en su mayoría, con sus debidos sesgos (como la misma Yoani con su gran participación en la Web y en Cuba).
La participación me recuerda al estado de enamoramiento que tiene el ser humano; cuando se está enamorado de la vida hay mucha acción, participación, activismo social y personal.
Es curioso como los Baby Boomers tienen y han tenido el 70% de la actividad social y empresarial, estoe n términos económicos, sociales y demográficos y perfectamente entendible.
De igual forma la generación X y la Y.
Inez Groen en 2006 menciona que ha nacido una Nueva Generación: La Generación Einstein, más rápidos, más listos, más sociables. En su aplicación el mundo de los negocios por internet escribí esto en mi Blog:
http://carlosgermanflores.com/network-marketing-generacion-einstein/
Sin embargo estoy convencido de que el internet y las redes sociales son un apalancamiento de nuestra sociabilización, si somos sociables, el internet nos ayudará y si no lo somos, aún teniendo las mejores tecnologías se seguirá en el anonimato.
Una herramienta por demás poderosa que en lo particular uso es YouTube de la cual me considero fan.
Creo que la mayoría de las aplicaciones y paginas de internet, tienen esa plasticidad a lo social.
En Chatroulette, he sociabilizado “decentemente” y de una forma muy divertida, en inglés, italiano y hasta el momento ninguno en español, sin embargo después de hacer un roll de 60 cámaras o más he encontrado a 1 con quien sociabilizar, así me ha pasado 3 ocasiones.
Pues bien, el internet ha abierto un puente para comunicarnos, pero al mismo tiempo ha puesto en vilo nuestra capacidad de sociabilizar.
Dolors seguimos en contacto con tan apasionantes temas ;D.
Pues yo voy a discrepar, porque si estamos todos de acuerdo se acaba el debate.
Yo siempre he hecho lo que he querido (dentro de mis posibilidades) y esa ha sido y seguirá siendo mi máxima aspiración en la vida: poder obrar con la máxima libertad posible. La tecnología y sobre todo Internet son los que han ampliado hasta límites insospechados mis posibilidades (y las de todo el mundo, se entiende). En el mundo “analógico” todo son dificultades, pérdida de tiempo y burocracia. Pero a este lado de la pantalla todo se soluciona a golpe de tecla y en un periquete, en la mayoría de las ocasiones. Yo, por ejemplo, con unos colegas, he montado un mundo virtual para niños supermolón, con poco capital y trabajando con gente de otros países a base de email, skype y esas cosas. Todo ha ido como la seda.
Aunque no he vivido nunca en no-libertad (aunque sí con no-tecnología), es lo que más valoro.
Este texto es genial porque me vuelve a una pregunta que desde hace un tiempo me hago sin encontrar respuestas aún: ¿debemos nosotros educar a las nuevas generaciones o amprender de ellas? Este texto me lleva a pensar que evidentemetne lo que “no funciona” según nuestras lógicas “sí funciona” a quienes traen consigo otras lógicas del todo. Trato de redondear, siempre analizamos los pro y contras de las nuevas tecnologías con los ojos de quienes arrastramos sobre nuestras espaldas la carencia de ellas y las vemos en esa base.Y a su vez veo que los nativos digitales no han sido parte de esas carencias y que la adopción y las “utiliades” que les dan escapan a nuestro entendimiento. Llega este punto en el que vuelvo a preguntarme: ¿enseñamos o aprendemos?, el ideal sería ambas cosas!!! pero suelo toparme con esta imposibilidad de ver que las “utilidades” que dan los más jóvenes son “inutilidades” para los migrantes.
Dolors, respecto a la música, espero que hayas visto en youtube “Stand by me”…
http://www.youtube.com/watch?v=Us-TVg40ExM
Sencillamente genial.
Respecto al contenido de la entrada y tus reflexiones, como siempre: Clarificadora y despertando inquietudes. Gracias.
No me extraña lo que comentas. En una investigacion que estamos haciendo descubrimos que en la formación universitaria los profesores todavía intentan que el alumnado NO utilice Internet como fuente de informacion para su trabajo académico.
Los jovenes universitarios que hemos encuestado creen que estan inmersos en la tecnoogia porque todos estan dentro de una red social, pero no son activos ni participativos ni se sienten competentes para incorporar contenidos. Si no hay educación que apoye la alfabetización digital, múltiple, multimedia o como quieran llamarle, es dificil que tengamos jóvenes emprendedores, creativos y críticos utilizando la tecnologia que le corresponda a su generación.
Dolors, antes que nada una respuesta emocional a tu post…me encantó!
Como formador en organizaciones, comparto mucho de lo que “iluminas” en el post.
Creo que los jóvenes están desencantados, decepcionados con el mundo adulto.
Y si, tienen mucha tecnología pero…pero bastante orfandad como dices. Internet permitió “indignarse” colectivamente como nunca antes pero…y después?
¿Y si pacientemente ocnstruyéramos un diálogo superador para todos?
ES utópico pero necesario. Lo necesitan tanto los de la generación Y como los baby boommers, de los que estoy cerca.
PD: alguien dispone de un link para ver el primer video?
Hola a todos.
Soy nueva en tu post, también soy nueva en esto de la educación pero, fuera aparte de las teoría de aprendizaje y demás, creo que puedo dar mi modesta opinión desde mi propia experiencia.
En primer lugar el tema en cuestión merece mucho nuestra atención…en mi caso, es cierto que valoro mucho más la aportación que me ha dado la tecnología ahora…que la que me ofrecía cuando era adolescente. Tengo 42 años, cuando tenía 15 años, llegó a mi casa el primer ordenador, un comodore, mi hermano mayor estaba obsesionado con él, todo el día enganchado. Dicho ordenador estaba conectado a la tv, con lo cual, cuando él lo tenía conectado, nadie podía ver la tele…solo teníamos una…Empecé a odiar el ordenador precisamente por la dependencia que creó en mi hermano. En esos momentos no aproveché dicha tecnología en casa…lo cual me ha perjudicado con los años porque hasta hace 6 años no tuve mi primer ordenador, hasta hace dos no tuve internet y hoy….no puedo vivir sin uno y sin el otro…..
Me siento que estoy en frente de una fuente de sabiduría, que eligiendo bien dónde y cómo aprender, tu formación a nivel personal crece a pasos agigantados. También he de deciros que me costó mucho sacar el bachillerato y cuando lo terminé me puse a trabajar, no tenía motivación alguna para estudiar…Desde hace 12 años no paro de estudiar, me encanta..saqué mis estudios universitarios, hice un master, ahora estoy formándome para formar a otros…tengo ansias de saber cosas, no por obligación, sino porque tengo motivación para aprender…Las redes sociales me han ayudado a conocer gente…a lo largo de mi vida, mis amigos han sido muy escasos, siempre quise tener más amigos y no sabía por qué no los tenía…Desde que tengo internet, he conocido a cantidad de personas, que nos contamos cosas, que no estamos solos…me he socializado en la red…pero he ido más allá. He utilizado la red, para mantener el contacto con aquellas amistades que no quería perder pues es mucho más fácil por internet que cogiendo el tlf, más fácil para ponerse de acuerdo a la hora de quedar todos,…es decir, que estoy utilizando la red para tener sociabilidad fuera de la misma…la red es un medio para vivir experiencias en la calle con mis amigos, realizar talleres, unirnos en una convención, para pasear por las calles o simplemente para tomar un café. El contacto directo con la gente es lo que me hace realmente vivir emociones y la red, me ayuda a eso.
También me pregunto ¿no será que la madurez influye para este tipo de reflexiones? quizás los más jóvenes no valoren tanto la tecnología que conocen desde su más tierna infancia precisamente porque la madurez provoca que tengas este tipo de debates y reflexiones en tu interior (con madurez no me refiero a la edad sino al pensamiento, ya que se puede tener edad y no madurez)Yo misma soy un ejemplo, no aproveché las oportunidades cuando debía, y ahora quiero probar todo lo que cae en mis manos. Mi evolución o revolución me hace sentir viva y la tecnología ha sido el medio para conseguirlo.