Os sentiréis identificados con lo siguiente si habéis escrito y revisado numerosas páginas de texto a lo largo de vuestra vida. En mi caso ha sido leerlo y anotarlo mentalmente para presentes y próximos proyectos. Zadie Smith, una de las escritoras mejor valorada en el mundo en la actualidad habla de la magia de la amnesia. Aconseja dejar pasar el tiempo, de tres meses a un año, antes de revisar de forma definitiva los propios textos. No se trata tanto de un esnobismo “slow”, sino de una reflexión introspectiva, de una observación de lo que ella denomina la necesidad de ser un extraño para la propia escritura, olvidar en cierta medida lo que se ha escrito para poder juzgarlo de forma mucho más objetiva.
El tema no queda en una simple observación sino que se confirma a través de la investigación de Dehaene. Cuando describe la anatomía neural de leer y editar distingue entre dos vías distintas, en zonas distintas de nuestros cerebros y que se activan en contextos distintos. Por un lado la ruta ventral directa sería la más usada cuando leemos, la más eficiente y responsable de la mayor parte de nuestra alfabetización. Se activa al leer pasajes familiares, cuando casi son rutina o textos fáciles de entender. En cambio, la corriente dorsal es la que domina cuando nos enfrentamos a textos nuevos, más complicados, menos familiares, cuya lectura es mucho menos automática. Así como el primer sistema suele convertir los errores en invisibles, en este caso aparecen de forma flagrante.
Pues bien… el primer sistema, cuando se aplica a leernos a nosotros mismos y dada la familiaridad del texto cuando lo revisamos una y otra vez, resulta incapaz de detectar errores o imperfecciones en la escritura. Cuando se trata de los textos propios y en cuanto a valoración objetiva, leer como un outsider y no como el autor es importante y eso solo se consigue “olvidando” un poco lo escrito.
Curioso y revelador, pero me surge la duda de cómo aplicarlo cuando ensayamos, en formato libro o blog, en este mundo trepidante en que la actualidad también es un elemento de valor.
Dejo video presentación del libro en cuestión:
Nota: ¿Conoces Socionomía? Dejo enlace a su microsite, con vídeos y materiales adicionales a cada capítulo del libro.
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Muy bueno el truco, ya lo había registrado en mi experiencia personal. En cuanto a lo de utilizarlo en fomato blog, a mí me basta con olvidarme de lo escrito durante un par de horas (durante las cuales me ocupo de otras tareas) para poder revisarlo después con una mirada crítica más aguda y renovada.
Es cierto! cuantas veces dejamos que otra persona nos lea porque ya no podemos darnos cuenta de nuestros errores o dejamos pasar unos días para releer y por arte de magia aparecen las correcciones que debemos realizar…
Saludos :-)
Totalmente de acuerdo. Sin embargo, tambien me ha sucedido al revés…o sea, leer un material de mi autoría despues de un tiempo y preguntarme, asombrada, de dónde saqué tantas buenas ideas. !En serio!
Saludos.
Posiblemente, al escribir blogs o libros en estos momentos donde la actualidad es un elemento muy valorizado, la corriente dorsal no esté en nosotros sino en nuestros lectores.
Claro que aquellas marcas flagrantes, tal como pones en el texto, se conviertan en insumo para nuetra relectura y reescritura.
En épocas de mediadores, mediaciones y abundancias esta es una forma de valorizar la importancia del comentario de nuestros lectores y hacia lo que leemos.
Saludos y abrazo
Alejandra Santos
Excelente publicación. A mi me funciona dejarlo por un rato, luego imprimirlo y leerlo sobre papel. Creo que por la manera como me formaron en la escuela en la década de los 50, leer sobre papel me permite captar con más facilidad.
Saludos cordiales
Gracias por el artículo, las consideraciones en vídeo sobre el libro las veré en otra ocasión :-)
Que gran consuelo, espero que no sea de tontos ;-)que seamos casi multitud los que releemos tras un interín más o menos largo(aunque no siempre, en esto el blog a mí no me ayuda, es el único lugar donde abocar urgencia los pensamientos más broncos ante tanto dislate, con la tranquilidad de intuir que muchos miran fol-hug y pocos lo leen).
Cuando, hace ya muchos años, escribía seguido dejaba macerar lo escrito para recogerlo luego. Como con tinta de las de los agentes secretos… se veían faltas, incoherencias, errores más o menos graves y hasta alguna maravillita.
Bueno, luego continuo, acaba de venir una persona “en persona”
Muchas gracias, Dolors, por reafirmar un truco que ya sabía útil y que ya usaba. Además me gustaría añadir que el truco que puede aplicar a otras áreas. Yo lo aplico al dibujo y funciona también en composición musical, pintura,…
A veces centramos tanto la atención en el detalle a medida que avanzamos que perdemos la referencia de la obra como un todo que es como la percibe el extraño.