4 comentarios en “Polarización ideológica en la lectura de libros”

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  2. En mi opinión esta separación viene de una cierta confrontración a la que nos empuja la competitividad dentro del modelo capitalista de escasez en el que sobrevivimos (lo que me he quedado yo, ha sido extraído al resto), y no importan tanto las herramientas o los medios que utilizemos, sino que el propio modelo orgánico impuesto que regula los bienes que necesitamos para vivir (incluidos los básico que nesesitamos para subsistir), entre ellos: economía financiera-capitalista, la propiedad privada, sistemas de producción de explotación, sistemas de organización/decisión centralizadas (dirección en manos de la jerarquía), sistemas de participación representativas (falta de democracia), sistemas de distribución con intermediarios (clientelismo), medios de comunicación unidireccionales (sin participación ni crítica), guerras para ganar/conquistar bienes/poder (petróleo), la educación/cultura/conocimiento como privilegio (desigualdad de oportunidades)…

    Ante este escenario, debemos de caminar hacia nuevas formas de participación directas y organización distribuidas, participando y autoorganizándonos en comunidades inclusivas (no excluyentes, que suman) y autogestionadas, que permitan co-crear una nueva sociedad para una convivencia basada en relaciones de cooperación para nuestro bien común, donde las libertades y responsabilidades sean compartidas por todxs ;), camino que hemos iniciado en nuestro valle (el Bidasoa), tanto en lo político como en lo económico :) salud!!

  3. También internet permite posiciones mucho más radicales. En un entorno de 300 o 400 personas un posicionamiento radical o fuera de lo común quedaría aislado y sería finalmente absorbido por el colectivo. Hoy con internet cualquier posicionamiento, por radical o extraño que parezca, tiene su comunidad y permite al individuo que lo posea generar un sentimiento de nosotros que lo afiance. Seguramente lo reducido de estas comunidades las pone por debajo de los radares de la estadística, pero son un público a tener en cuenta y en los casos más violentos acaban saliendo en televisión y teniendo y siendo de gran relevancia política, aun que sea de forma indirecta. Véase las matanzas indiscriminadas que suceden ya demasiado periódicamente como ejemplo.

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