Y no fue Facebook, la privacidad se auto-inmoló en Youtube

También ha llovido ya desde que apareció Facebook, con sus vínculos con la CIA y su Zuckerberg proclamando una Sociedad de la transparencia que le reportaría infinitos ingresos. Cuanto más auténticos, cuanto más nos expresáramos nosotros mismos en la nueva red, más datos disponibles para vender a anunciantes.

Todo era público por defecto cuanto apareció FB (hasta que los usuarios nos quejamos), todo tiene que ser de verdad y se penalizan o eliminan perfiles falsos. También nos instaron a subir nuestras fotos  para analizarlas y poder segmentar mejor lo que nos informan o anuncian, entre otras muchas estrategias basadas en la misma premisa: “Sé tú mismo en la red”.

Iba pasando el tiempo y los/as adultos/as nos quejábamos. Los jóvenes, esos que se mueven con naturalidad en la postrealidad digital, directamente abandonaron Facebook. Decíamos aquí en 2013: 

De nuevo el mundo no es como quisieron crearlo los ingenieros sino como lo reapropiamos los seres humanos y el empeño de Zuck en dibujar un ser humano transparente y con una única identidad fracasa simplemente porque no existe, en mucha menor medida en la etapa adolescente.

 

Recuerdo haber leído entonces sobre ello: los jóvenes desertaban hacia Snapchat, después Instagram, etc. por muchos motivos, pero especialmente por la falta de respeto de FB hacia la privacidad.

Pues bien… llegado el momento actual y teniendo en cuenta algo que también escribíamos entonces,…

es la naturaleza humana la que crea los usos y la mejor herramienta la que se adapta a la misma sin tratar de imponerle nada. 

 

Vivimos, creo,  el momento en que, pasado el Hype tecnológico, el sobreuso incluso ridículo de las redes sociales y de la mano de unos jóvenes #genz (y muchos adultos) que se sienten seguros en ellas, el ser humano recupera el control de las tecnologías, para, en este caso, decidir a qué parte de su privacidad, intimidad y a cambio de qué, renuncia con ellas.

Lo observo año tras año, de forma creciente en las aulas: una vez naturalizado el uso de las tecnologías (recordad aquello de que tecnología es solamente aquello que nace después de nosotros mismos), son los jóvenes los más conscientes de muchos de sus peligros y los más críticos con algunos/as de sus usos.

 

Compartir está en la naturaleza humana: la Sociedad de la transparencia como conquista humana en Youtube

Así, podríamos decir que cuando el ser humano ha retomado las riendas, se ha apropiado, de forma crítica e inteligente de las nuevas tecnologías, ha DECIDIDO, por sí mismo, compartir, no en Facebook sino, libremente, en Youtube.

Y lo ha hecho, sí, por puro afecto: cuanto más interdependiente es una comunidad, menos desea la privacidad, más queremos compartir con ella. 

 

Pertenencia aumentada gracias al afecto, afecto aumentado gracias a la autenticidad

Así,  veiamos cómo el afecto es uno de los aglutinadores más potentes para las comunidades. 

Se construye mediante el propio formato, más humano, más empático, del video y los dispositivos desde los que lo consumimos. Podemos, ahora, a diferencia de los tiempos de medios masivos, mirar a los ojos a nuestro interlocutor desde nuestrro íntimo dispositivo personal.

Pero el afecto también se construye en base a conexiones con otros/as, sobre todo si se siente que lo que nos gusta de elllos/as es auténtico. 

No extraña tanto entonces el dato:  el 40% de los jóvenes de la generación Z manifiestan que los youtubers les entienden mejor que su familia o amigos y el 60% considera que algún creador, algún youtuber les ha cambiado, literalmente, la vida. (dato extraído de Streampunk, el libro de Robert Kyncl que citábamos hace unos días). Y no, esto no era tan frecuente con la televisión, el cine y otros productos de las culturas de masas.

 

 

 

 

 

Postrealidad, más allá de la hiperrealidad

Decíamos en Socionomía que, a partir de la desconfianza hacia los medios masivos y gracias a la emergencia de internet, el ser humano recuperaba la importancia de la sociabilidad, de la información y el apoyo, la organización, entre sus pares, entre sus iguales.  Sociedad aumentada significa algo esencial, la resolución de una anomalía histórica que nos aislaba y hacía infelices, que nos desnaturalizaba en lo más esencial, nuestro carácter social.  El ser humano ha reconquistado los espacios públicos, ha vuelto una “la plaza del pueblo” más globalizada y libre que nunca gracias a las redes sociales e internet. La confianza que han perdido los mass media, la publicidad de las empresas, volvemos a despositarla ahora, como siempre fue, en el tú a tú que el video en entornos colaborativos como youtube, facilita.

Así, en la nueva plaza del pueblo que Youtube representa para los jóvenes, ser una celebrity no significa, como comenta Robert Kinkl en su libro, actuar constantemente, ser irreal y distante, situarse por encima de los demás, sino todo lo contrario, lo que más se valora es ser real y lo más accesible, cercano/a, íntimo/a posible.

Recordaba, al leer el libro del CBO de Youtube, el concepto, la tendencia de pensamiento reciente que explicaba la moda de los realities, de lo que podríamos llamar pornografía sentimental televisiva durante las últimas décadas: la Hiperrealidad:

“… realidad a través de intermediarios”. En particular, Baudrillard sugiere que el mundo en el que vivimos ha sido reemplazado por un mundo copiado, donde buscamos nada más que estímulos simulados”

 

En fin, que los reality al uso pudieron funcionar una temporada para antiguas generaciones (os recomiendo ver “Requiem por un sueño”, película de culto en el tema) pero ahora, en una época en la que las audiencias deciden a sus públicos, los jóvenes deciden. Y deciden preferir la realidad de youtube que la realidad producida, comprada, de los realities televisivos. Hemos recuperado, también, gracias a todo ello, la realidad.

Eligen a los Youtubers, no solamente porque son “de verdad” sino porque así, son más como ellos mismos. Hay diversidad en youtube, en mucha mayor medida que en los productos culturales masivos,  porque es algo humano y allí la gente está siendo real.

Real y dialogante: la mayor parte de los Youtubers de éxito son gente que cuida a su público, que interactúa con él. La posibilidad de participación, de integración en una comunidad, es la característica que los jóvenes mencionan con mayor frecuencia cuando se les pregunta porqué prefieren Youtube a la televisión.

 

Intimidad ética aumentada

Volviendo al sacrificio de la privacidad en Youtube y otros nuevos entornos, no se trata, a pesar de que desconfiemos a veces de los jóvenes, de que sea positivo publicar en redes todo tipo de aspectos personales.

De hecho, el tipo de transparencia que los jóvenes demanda parece versar más sobre creencias politicas que sobre lo personal.  No puedes ser público y no “mojarte” sobre tu ideología política, principios, creencias, valores, etc. Y eso incluso para las marcas, que se ven obligadas  a mostrarse más socialmente responsables, comprometidas con múltiples causas para ser vistas también como más iguales, como más humanas.

 

Terminando… ¿recordáis esta viñeta publicada en The New Yorker en 2006 acerca de los peligros de Internet?  Pues nada….que si estás en internet y eres un perro, mejor ladrar. ;)

Os dejo como colofón la reflexión publicada hace unos días para los Insiders de El caparazón en Youtube ;), por si queréis ampliar o participar, aquí o allá :)

 

 

 

 

 

 

 

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