Una de las cruzadas personales de este blog es la de desvelar algunos de los secretos de la influencia mediática para que se viva como buen diseño, usabilidad, mejora de la experiencia de usuario pero no como manipulación. Conocer algunos de los trucos que se utilizan desde el marketing para mejorar todo lo anterior puede hacernos más libres y por tanto incidir en la creación de este mundo más meritocrático que internet y la inteligencia colectiva prometen.

Hoy me inspiraba una curiosa entrada en Business Insider, sobre  manipulación de la creación de actitudes, creencias sobre determinadas marcas mediante algo tan simple como los colores. Estudiábamos en psicología los efectos del pintado de paredes en la creación de determinados estados de humor (rosa en las cárceles para reducir el estrés, por ejemplo) y se tienen muy en cuenta los colores en cuando al branding de las marcas más poderosas.

Añado algunos matices respecto al origen evolutivo, de adaptación biológica de las asociaciones que cada color evoca.

Así, resulta que una marca que utilice el rojo está intentando impresionarnos. Se trata, al fin y al cabo del color de la sangre, biológicamente pensado para que nos alertemos y pongamos a salvo, proyectando excitación, energía y valentía. Coca Cola, Virgin, Vodafone o Toyota se me ocurre que utilizan el tema.

Las marcas verdes manifiestan su juventud, su frescura, su vínculo con la naturaleza. También puede evocar el dinero, la ambición. Starbucks, marca que pretende proyectar responsabilidad ambiental, Fructis para sus productos higiénicos “afrutados” o McDonalds, queriendo muy posiblemente compensar algunas de sus críticas, lo utilizan.

El azul es el color de la web: Facebook, Twitter, Linkedin e inspira cosas como confianza, comunicación, integridad, racionalidad, frío (el cielo puede inspirar esos matices) serenidad (el mar…)

Es un color con muchos matices: una foto reciente de una Córdoba al amanecer que dejé en Instagram puso en evidencia lo ambiguo que puede ser el azul, inspirando calma y frialdad en distintas personas. Así ocurre también con las marcas de los social media: Twitter y Tuenti querrían proyectar una imagen más divertida, menos seria que Facebook, Linkedin, WordPress, IBM, etc.

El púrpura expresa lujo, calidad pero también vejez, decadencia, pérdida de contacto de la realidad. Es la mezcla entre la energía del rojo y la racionalidad del azul. También sus tonos pueden variar, en general hacia los claros como más juveniles. Milka o Yahoo son marcas que exploran algunos de estos matices.

El negro es un color que tomar en serio y puede significar glamour y sofisticación, elegancia, fiabilidad. Chanel, Yves Saint Laurent o Adidas utilizan este tipo de proyección de forma evidente.

El amarillo de Mc Donalds de nuevo, de otras marcas de comida rápida quiere significar juventud, diversión, amistad, el optimismo que tiende a trasladarnos un sol radiante en lo natural. También Ikea lo utiliza.

El marrón de la tierra, de los troncos de los árboles expresa solidez, fiabilidad de nuevo. Marcas como UPS pretenden proyectar esos valores.

Finalmente el naranja se asocia a la calidez del fuego suave pero también a la amistad, mientras que los colores rosados se asocian a la feminidad, el romanticismo y la infancia. En los dos últimos caso se utilizarán colores más suaves, dejando para lo erótico los tonos más fucsia.

En fin… ya sabéis que este 2013 las tendencias siguen apuntando hacia lo auténtico, lo honesto. Seremos más libres si son datos reales los que nos crean las principales actitudes hacia la marca y no el color del que se vistan. Al fin y al cabo lo mejor siempre tiene muchos colores.

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