Por encima de todas las cosas, tenemos razón :)

shutterstock_139471628Hemos hablado antes de este tipo de sesgo, consistente en pasarnos la vida dándonos la razón a nosotros mismos: la información que vamos incorporando a nuestros cerebros es la que confirma nuestra visión del mundo, resultando habitual que ignoremos la que no la contradice.  Ocurre así porque pensar que tenemos razón aporta más sentido a nuestras vidas, llegando a ser para algunos psicólogos incluso una motivación básica en los seres humanos.

A veces lo hacemos casi sin darnos cuenta, por sentir más coherencia y  también porque nuestras mentes funcionan de forma integrativa, conectando nuevas ideas a esquemas preexistentes en lugar de crearlos desde cero, que es algo mucho más difícil.

Veíamos hace un tiempo cómo funciona el sesgo en el caso de la polarización política pero ocurre también en otros casos, como el de la asunción de riesgos financieros o la propia autoestima.

 

Perder dinero por confiarnos demasiado…

En el caso del estudio del comportamiento de inversores en mercados de valores, por ejemplo, parece que la recogida de información que confirma las apuestas iniciales es habitual (Park et al., 2010). La gente que manifiesta mayor sesgo de confirmación resulta finalmente la gente más confiada y por tanto la que logra menos ganancias económicas.

Nos gusta tanto tener razón que podemos llegar a perder dinero con ello.

 

Un riesgo para la autoestima y el bienestar personal

El sesgo de confirmación funciona  con los piropos, que incorporamos a nuestro sistema cognitivo fácilmente, pero  también puede resultar en lo que los psicólogos denominamos expectativas autocumplidas en el caso de insultos o apreciaciones negativas. Especialmente cuando opinamos algo sobre nosotros mismos tendemos a buscar apreciaciones, aunque sean negativas, que lo confirmen. Resulta sorprendente pero el tema ocurre incluso cuando nuestra autoestima es elevada, así que podéis haceros una idea de su potencia. (Swann et al., 1989).


Y un riesgo para la evolución de la humanidad

El sesgo de confirmación es culpable, en parte, de los prejuicios, de que solamente nos demos cuenta de los detalles que encajan con las nociones preconcebidas que tenemos sobre los demás. También de algunas de las creencias más irracionales que sostenemos. En el caso de los ovnis, de la astrología, de muchos otros temas, somos tremendamente susceptibles ante las muestras de confirmación de lo que creemos pero ignoramos cualquier dato que nos contradiga.

Es el caso de las sangrías, tratamiento médico del siglo XIX se practicaron prácticamente para cualquier enfermedad. En algunos casos el paciente mejoraba (sesgo de causalidad), así que los médicos de la época pensaban que el tratamiento podía ser efectivo en lugar de darse cuenta de que también de forma espontánea algunos pacientes podían mejorar solos, de que no eran más las probabilidades de que lo hicieran con el tratamiento que por el simple azar.

 

Luchando contra el sesgo

Es uno de los temas que nos preocupa desde hace tiempo: la educación de la participación de un ciudadano crítico,  empoderado también para lidiar con los habituales sesgos cognitivos.

La única solución posible consiste en exponernos a la contrariedad, aunque nos parezca incómoda. Se trata de algo que es bastante seguro que nos ocurra en los Social Media, cuando las redes a las que nos vinculamos son mucho más amplias y heterogéneas y nos unen lazos mucho más débiles a ellas. No hay que olvidar el riego de homofilia que supone consumir y compartir solamente la información de nuestras redes,  comento siempre, pero no se trata de algo especialmente habitual en unas redes que se caracterizan por su fluidez, por la riqueza de orientaciones y matices que podemos encontrar en ellas.  Las redes no son lugares cómodos, comento siempre, para los amantes de las certezas.

Imagen cortesía de Shutterstock

Entrada leída 1282 veces desde Abril de 2022

¿Te ha gustado? Opciones para compartirlo en redes:

6 comentarios en “Por encima de todas las cosas, tenemos razón :)”

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Pingback: Comunicación, Periodismo, Social Media | Silvia Albert in company
  3. Pingback: Anónimo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *