Resulta agotador ir de item en item del lector de feeds para leer incontables veces el término Ipad.
Por eso me he decidido a dedicar unas líneas a los que todavía me parecen temas muy opinables: su importancia real en el ámbito del consumo y la creación de contenidos, en la evolución del e-learning y la web libre, abierta y colaborativa por la que muchos apostamos.
Veámos algunas características e implicaciones de lo que podríamos llamar, más allá del dispositivo, el supuesto fenómeno iPad:
¿Élites o Inteligencia colectiva?
“Think different”, ha sido el “leivmotiv” de Apple hasta la fecha. Y eso, como comentan en NYT, en la Internet que celebra la sabiduría de las multitudes y la innovación abierta, parece, como mínimo contradictorio.
Existe una contradicción más: ¿Es ahora el iPad un “Gamechanger” para las masas, para las industrias del contenido? Parece que ese “piensa distinto” significa ahora algo mucho menos cool que antaño: masas no expertas que disfrutan en versiones premium de algo que para las élites de expertos (o personas “digitalmente maduras”) es abierto y/o gratuito.
Algo similar opina George Siemens cuando se refiere a flujos de personas que a) desconocen o no están interesadas en conocer lo que es un torrent y b) quieren dispositivos integrados y fáciles de usar.
En otras palabras, creo que Apple, con el lanzamiento de iPod, iPhone, renunciaba de forma velada su posición privilegiada para las élites, que fue lo suficientemente previsora como para saber cambiar en su momento, sobrevivir a un mercado que ya prometía la libre circulación extraoficial de la cultura.
Lo nuevo está en los modelos de negocio.
Nuevos modelos de rentabilización de aplicaciones, de contenidos que se aprovechan del hecho de que, en algún punto del imaginario colectivo, hemos dotado a Apple ( y no a otras compañías), del derecho a seguir cobrando en concepto de bits, algo que es por naturaleza libre. Así, como también George Siemens nos recuerda, la verdadera historia del iPad no está en el dsipositivo sino en su utilización en el mercado de las noticias, la música, las películas, los libros.
Más “social – friendly”, promueve el trabajo, el aprendizaje colaborativo:
Puede que el iPad, como comentan algunos analistas, esté fomentando el nosotros, el hecho de compartir, el trabajo colaborativo: el tamaño de la pantalla, su cualidad táctil son cosas que permiten que varias personas puedan trabajar a su alrededor. Es, en este sentido, algo cualitativamente distinto a un e-reader, aportando nuevos motivos para superar el síndrome de Picard (preferencia por los libros en papel) de Gary North.
En este sentido, es también un tablet colaborativo el próximo modelo XO-1 del OLPC, así que esta parece poder convertirse en una tendencia.
Promueve un enfoque multiformato:
Más adecuado para el consumo de contenidos que para la creación de los mismos, coincido con Andy Rush. Resulta cierto, por otro lado, que la ausencia de teclado fomenta otras formas, más allá de lo textual (multiliteracies) de crear, como el dibujo de diagramas y mapas mentales.
Peor en cuanto a ergonomía y usabilidad:
Resulta interesante el análisis de Donald Clark, que predice el fracaso del dispositivo en términos de escasa usabilidad y ergonomía. Predice que el iPad fracasará, como otros tablet, porque es demasiado grande, demasiado plano, para trabajar con comodidad. Añade algunas cuestiones que creo que, en algunos casos pueden ser más culturales (aprendidas) que ergonómicas:
-La pérdida de sensación táctil de los teclados
-La curva de aprendizaje de las pantallas táctiles
– Investigaciones como la de la Universidad de Glasgow [Brewster, Chohan, and Brown 2007] demuestran que usuarios de ejemplo trabajan de forma más eficiente cuando las pantallas táctiles se combinan con feedback táctil o háptico (se habla de feedback háptico multitáctil como del que implica “sentir las teclas” en pantallas planas, sin relieve).
-A los jugadores, en general, les gusta el control, mostrando preferencia por controladores diseñados ergonómicamente, no táctiles.
Realidad aumentada, aprendizaje situado:
Hemos hablado a veces del potencial que ofrece el binomio Realidad aumentada + Dispositivos móviles en aprendizaje. Y creo que el iPad viene (o vendrá, en una versión 2.0 que incluirá 3G, wifi y cámara integrada) a reforzar la promesa de la anterior alianza.
Se trata de un dispositivo, en ese sentido, ideal para el Aprendizaje situado (informal, cotidiano), individual o, como hemos visto, en grupos de pares.
Nos lo recuerdan desde Learning Solutions Magazine, destacando además que el potencial del iPad es continuista con el del iPhone: Los creadores de materiales podrán seguir desarrollando contenidos interactivos, juegos y simulaciones, con la ventaja de una pantalla más grande, multitáctil y con acelerómetro en todas las versiones.
Más jardines vallados, “iProp”:
Como siempre, resulta especialmente interesante la visión de los teóricos de lo edupunk, destacando cómo la estrategia general de Apple es radicalmente opuesta a la Internet Generativa de Zittrain que defendemos si pensamos en una red abierta y de cooperación en cuanto a la construcción colectiva del conocimiento. Así, Jim Groom nos habla con ironía, en mi opinión, muy acertadamente, de iProp (iPropaganda, iProprietary, etc…), como características esenciales del iPad.
Cita de forma expresa a Brian Lamb, que formulaba para la educación abierta:
Like the profoundly undemocratic process that is working to establish a shockingly awful global copyright scheme… I’ve also been brooding about the diminishment of the qualities that made Web 2.0 so genuinely interesting and innovative (I’m thinking of what Jonathan Zittrain describes as the generative web), endangered by the return of corporate-driven platform-based computing (hello mobile web) and a disturbingly passive and self-absorbed online culture.
Lo que parece estar ganando terreno, lo que parece querer continuar, con este llamado iPhone pero “más grande”, es lo que pretendemos, desde el mundo de la educación social abierta, evitar: más consumo, más suscripciones.
La computación en plataformas cerradas y corporativas como la de Apple, contraria al libre acceso de contenidos y aplicaciones, impedirá la web generativa (Zittrain), la comunidad global creadora en la que parecía que íbamos encajando.
Continuismo y mobile learning:
Se ha criticado en ocasiones el mobile learning porque parecía seguir siendo muestra de un tipo de educación top-down, de distribución de contenidos de terceros, más que posibilitar la creación de “hubs” (Caufield) pertenecientes a una comunidad de prosumidores iguales.
No creo, finalmente, que el iPad esté aportando nada nuevo a ese modelo.
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Me da que a fecha de hoy, todo esto no son más que pajas mentales para justificar el hecho de que el iPad no sea más que un hardware privativo, movido por un software privativo que generan un dispositivo de muy pocas prestaciones a un elevado precio.