Hemos hablado a veces del mito de la multitarea, de cómo si miramos un poco más allá de lo evidente, si preguntamos a los jóvenes a los que suponemos hábiles en ello, la imagen de varias pantallas encendidas a la vez, varias ventanas abiertas, resulta equívoca. La naturaleza humana es como es, la atención tiene un límite y cuando se divide entre dos o más tareas, la calidad de la ejecución en ambas tiende a decrecer. El cerebro puede ir alternando entre tareas (lo cual le toma tiempo y resta eficiencia) pero no procesar determinadas tareas en paralelo.
Garabatear favorece la atención
Lo interesante está, no obstante, en los matices, que indican que en el caso de determinadas tareas sí son compatibles con una multitarea eficiente. De hecho nuestros propios cerebros tienden a distraerse, a vagar y buscar otros focos atencionales cuando estamos ante tareas repetitivas o aburridas.
Una técnica conocida para evitarlo cuando por ejemplo queremos atender en una clase, seminario importante, deriva de todo ello: garabatear mientras se escucha, cantar en la ducha no parecen incompatibles sino que favorecen las tareas principales. La experiencia subjetiva lo confirma y dejamos de realizar de forma automática las tareas secundarias cuando la tarea principal requiere de toda nuestra atención.
Activación y emoción a través de la música
Algo similar podía derivar de un experimento sobre el que leía esta misma tarde: escuchar determinadas melodías, en este caso la Primavera de Vivaldi (utilizada en neuromarketing para inducir un estado emocional favorecedor de las compras), puede incrementar la alerta mental, según un equipo de psicólogos de la Northumbria University.
En este caso se añadía un componente emocional a la cuestión: la melodía activaba el cerebro en general pero en especial las áreas más importantes en cuanto a procesamiento de las emociones y los sentimientos positivos se traducían después en niveles más elevados de funcionamiento cognitivo.
Algunos casos de multitarea “real”
Cuando en otro estudio se medía la conducción de un simulador mientras se memorizaban listas de palabras lo habitual era que se tuviesen mejores resultados en ambas si se procesaban de forma individual, secuencial. No era así en muy pocos casos, en los que surgía la idea de que alguna gente, el 3% de la población, podría ser efectivamente multitarea, podía realizar los dos ejercicios de forma simultánea y sin apenas pérdidas en cuanto a calidad de la ejecución.
¿Estáis entre ese 3%? Cuidado con responder en positivo… existe investigación que afirma que tendemos a sobrestimar nuestras habilidades, especialmente cuando se trata de multitarea, así que lo mejor será seleccionar, para optimizar, si queremos hacer varias cosas a a vez, tareas compatibles.
Neuroaprendizaje, metacognición, sea como sea, lo que está claro es que es hora de aplicar lo que sabemos del cerebro no solamente a vender mejor (neuromarketing) sino también a optimizar los procesos de aprendizaje. Aprender a aprender, aprender y enseñar a optimizar nuestros recursos cognitivos es la madre de todas las competencias, la que nos permitirá disfrutar más y mejor de la sociedad del conocimiento abundante que estamos construyendo
Referencias:
Andrade, J. (2010). What does doodling do? Applied Cognitive Psychology, 24 (1), 100-106 DOI: 10.1002/acp.1561
Watson, J., & Strayer, D. (2010). Supertaskers: Profiles in extraordinary multitasking ability Psychonomic Bulletin & Review, 17 (4), 479-485 DOI: 10.3758/PBR.17.4.479
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