Aprender a aprender, aprender a ser, aprender a compartir

Visto en perspectiva, creo que vivimos una época privilegiada. Y quizás eso sea algo natural en el hombre, pensar más especial su destello que el de otros en la historia de la humanidad, pero creo que que ha sido única la oportunidad de encontrar, en la larga cola abierta con internet, ideas y posicionamientos ya no que aprender, sinó que compartir, de igual a igual, con personas afines a las que, de otra manera, quizás nunca hubiéramos conocido.

Lo dice en otras palabras John Seeley Brown en el prólogo de “Opening up education, una obra de referencia que podéis descargar de forma libre y firman autores como David Khale, Clifford Lynch, Andy Lane, Diane Harley, Diana Oblinger, David Wiley, Diana Laurrillard, etc…

La red supone una oportunidad única y distinta de aprendizaje basada en compartir y participar. En esta nueva plataforma global es la propia cultura del aprendizaje la que aumenta, se transforma y obliga a Universidades (en el libro), Organizaciones o Personas interesadas en el aprendizaje durante toda la vida, a aprender en comunidad.

Comunidades de Práctica han existido siempre (se dice a menudo que Wenger, referente obligado en el tema,  no las conceptualizó en su versión online, aunque el propio autor junto a otros deba precisamente a este medio su importancia actual. Léase, si no, el libro que acaba de salir, Digital Habitats; stewarding technology for communities (Paperback)), pero creo que internet ha elevado el sentido de lo comunitario a su infinitésima potencia, eliminando muchas de las barreras (geográficas, sociales, sobre prejuicios y demás factores alejados del puro interés conceptual) que antes podían serle propias y estar limitando el adecuado avance del conocimiento socialmente construido.

“Y entonces, la gente empezó a mostrarse social, a mostrar, compartiendo, la felicidad por haber encontrado su lugar en el mundo” podría ser una frase cualquiera en un futuro libro sobre Internet y lo humano…, si me perdonáis la licencia poética.

Pensaba en todo ello alrededor de la idea de consultoría artesana y del aprendizaje social basado en la premisa de que nuestra comprensión del contenido es socialmente construida a través de conversaciones (sobre el propio contenido o a través de interacciones sobre problemas y acciones).

Así, si mis compañeros acuden a referentes como Richard Sennet, y su libro El Artesano, he querido añadir esta mañana a un John Seeley Brown reapropiado e incorporado al wiki en el que podéis encontrar la declaración de intenciones del grupo:

“Comunidad de Práctica virtual (e incluso presencial). Creo que la diferencia fundamental está en el lugar en que situamos el aprendizaje. Si nos es central, si estamos en este grupo (nicho, comunidad) gracias a que internet nos ha permitido descubrir que podemos aprender a ser (Learning to be) además de aprender a aprender (Learning to know) junto a gente afín, si estamos, además, entrando en talleres de construcción de nuevos contenidos, buenas prácticas, etc…, creo que el concepto de CoP nos define a la perfección).”

¿Pero qué es esto de la Consultoría Artesana?

Conste que dejo estas líneas como aperitivo, que os recomiendo pasar por la fuente original para encontrar afinidades o divergencias:

logoPero ¿qué entendemos pues como consultoría artesana? Más allá de definirse como reacción a la consultoría “industrial” o al management clásico debemos establecer algunas características que la definan por sí misma:

  • Trabajamos con las personas y entendemos que las organizaciones están a su servicio y son posibles gracias a ellas, no como recursos humanos sino como protagonistas. Nuestros clientes son personas y no corporaciones. El conocimiento, la ilusión y toda la energía necesaria para el cambio y la mejora residen en las personas, una a una, y también en equipo y organizadas. Entendemos que las organizaciones son lugares de colaboración con un propósito y no almacenes de recursos productivos.
  • Nos gusta nuestro trabajo y no establecemos rígidas separaciones entre nuestra labor de consultores y nuestra vida. Nuestra materia prima es el conocimiento, algo que no se genera con horario fijo y en espacios concretos. Cuando decimos que nuestro trabajo es nuestra vida no estamos utilizando una fórmula ampulosa que connota un sacrificio personal. Estamos, simplemente, integrando nuestro trabajo como una actividad más en nuestro quehacer cotidiano.
  • Colaboramos de manera abierta. Nuestro valor no reside en el atesoramiento de conocimientos, métodos y técnicas privativas a resguardo de nuestros clientes y de otros profesionales. Con cada caso y proyecto generamos conocimiento que queda a disposición de quien quiera emplearlo. Facturamos por nuestro trabajo de facilitar, de dinamizar personas e ideas y creemos que el conocimiento necesario para resolver los problemas es aportado tanto por nosotros como por las personas de las organizaciones con las que trabajamos.
  • Somos red, la alimentamos y nos alimentamos de ella. Nos organizamos en redes que se reflejan y se apoyan en nuestros blogs, redes sociales y toda herramienta y servicio de colaboración y social en la que participemos. Por estos canales hacemos circular y ponemos a disposición de cualquiera nuestros conocimientos, ideas e inquietudes.
  • Somos una Comunidad de Práctica: Estamos aprendiendo a aprender, “Learning to Know” pero también “Learning to be”, aprendiendo a ser participantes legítimos en una nueva comunidad. Mostramos un compromiso con ciertas prácticas y normas de gente a la que nos consideramos afines. Suscribimos como forma fundamental el aprendizaje social, basado en la premisa de que nuestra comprensión de las cosas es socialmente construida a través de conversaciones sobre el contenido. y a través de interacciones con personas afines sobre problemas y acciones (Peer to peer). El foco de atención no está tanto en lo que aprendemos sino en cómo lo aprendemos, en una CoP.

El taller:

El taller es la red abierta de consultoría artesana. Una plataforma de colaboración para la re(d)lación entre quien ejerce en el marco de la consultoría artesana y entre los profesionales de las organizaciones con quienes colaboran. El taller abre a todos sus integrantes y a la red en general los recursos, conocimientos, ideas e inquietudes que se desprenden de nuestra práctica profesional.

Las finalidades de el taller son:

  • Abrir escenarios (presenciales y en red) que posibiliten y faciliten el debate y el contraste entre profesionales.
  • Facilitar la capacidad de dar respuesta a posibles colaboraciones profesionales entre pares (P2P).
  • Abrir el conocimiento acumulado dentro y fuera de la red, para nuestro provecho y de los profesionales cercanos al modelo propuesto por la consultoría artesana.
  • Ser una central de recursos de consultoría que integre nuestros diferentes ámbitos, conocimiento y especialidades.
  • Ser una referencia para terceros cuando queramos presentarnos como integrantes de una red y de la manera de hacer y los valores artesanos.

El taller es una plataforma en red que da forma y cobertura a la red que, de hecho, formamos los consultores artesanos y los profesionales con los que colaboramos. Se entra en el taller cuando ya se forma parte de la red. Esto es, cuando…

  • Se ha trabajado con alguno de los profesionales del taller en algún proyecto que se presentará en el taller, tanto como miembro del equipo consultor como persona colaboradora y cliente.
  • Se ha participado activamente en la organización y desarrollo de debates sobre el concepto de consultoría artesana.

Los miembros del taller:

  • Desarrollarán e incluirán o darán referencia en el taller de sus publicaciones profesionales, especialmente las que se presentan en la red (blogs, wikis, etcétera) y aportarán su conocimiento y experiencia en forma de contribuciones a los contenidos de el taller.
  • Difundirán en su actividad de comunicación y en su práctica profesional el concepto de consultoría artesana y de red abierta de consultoría artesana.

El taller no tendrá organigrama ni cargos específicos. Su gestión se realiza voluntariamente y las posibles inversiones y costes, siempre escasos y austeros ;-) se propondrán y resolverán cuando se presenten. De hecho, su organización se mantendrá entre pares (p2p) y evitará una estructura formal que se imponga. Cualquier contraste o ¿por qué no? conflicto que se pudiese presentar se resolverá mediante el debate abierto entre sus miembros.

Referencias:

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18 comentarios en “Aprender a aprender, aprender a ser, aprender a compartir”

  1. Cierto que vivimos en una época privilegiada. En mi caso podré aplicarme el título del post después de desarrollar otro: desaprender lo que he aprendido, desaprender lo que soy, desaprender a competir… En esto estoy.

    Gracias Dolors por la referencia a John Seeley Brown [de la cual tomo nota aplicadamente ;-)] y por el impulso filosófico y metodológico que das a la concepción artesana en este apunte [y siempre, en general]

  2. Dos ideas que me encantan de tu aportación: el “Learning to be” y “El foco de atención no está tanto en lo que aprendemos sino en cómo lo aprendemos”. Son de esas ideas que reconoces en cuanto las ves escritas y que agradeces que otro sea capaz de expresarlas.

    Una entrada perfecta para motivar a seguir en el tema.

    Nos leemos!

  3. Hola amigo.
    Delors tambien escribió para la Unesco las competencias que debía tener la educación del siglo XXI, aprender a ser, conocer, hacer y convivir; todas enmarcadas en aprender a aprender (Agregaría tambien a aprehender). En mi blog he dedcado un post hace como un mes.

    De Wenger, a quien conozco personalmente y mantengo contacto virtual, si ha trabajado bastante en el tema de las Comunidades Virtuales de Aprendizaje. De hecho fué el tema de su conferencia en Caracas hace como dos años. El estudia como se forman, crecen y se desarrollan apoyadas en las TICs. Con gusto voy a buscar su presentación y se las envío.

    He dedicado mi post actual, justamente al este mismo tema casualmente. Me encantaría me visitaras y dejaras tu opinión.
    Un abrazo,
    Alberto

  4. Alberto….amiga….mejor :)

    Conozco los trabajos que citas, supongo que como todo el que se interese en el tema de comunidades. No he dicho que Wenger no haya tratado el tema, creo que todo lo contrario….

    Un abrazo para ti también.

    Dolors.

  5. Me parece que es la primera vez que de una entrada me quedo con el título. Y no por desmerecer al post, todo lo contrario, sino porque “Aprender a aprender, aprender a ser, aprender a compartir” es la síntesis perfecta del contenido.

    Y también me encanta “El foco de atención no está tanto en lo que aprendemos sino en cómo lo aprendemos”. Una sentencia en perfecta correlación con la declaración que nos ocupa, en tanto que el foco de atención no está tanto en lo que hacemos (consultoría) sino en cómo lo hacemos (artesanalmente).

    Gracias por compartir en voz alta tus reflexiones.

  6. Vuestro taller evoca un sitio donde uno desearía estar… en esta época privilegiada.
    ¿Será esta vez “que sí”?
    ¿Veremos crecer CoP desde abajo, apoyadas en la red, hasta alcanzar el punto de no retorno en (o entre) nuestras organizaciones?
    Y en definitiva, la clave… ¿fluiremos lo suficiente (esta vez sí) para aprender a ser?
    Espero no llegar muy tarde…
    Gracias, Dolors.

  7. Cuando aprender con calidad es un negocio que está mayoritariamente en manos de inversores privados toda iniciativa como la vuestra es buena si redunda en la enseñanza pública y su pavorosa parálisis en el tiempo. En estos tiempos de máxima sincronia, gracias a las actitudes gubernamentales la enseñanza básica y gratuita(en general) continua en el más profundo y lerdo de los anacronismos.

  8. Dolors:
    Muy agradecida e impresionada por tu articulo, al respecto me acuerdo de Paulo Friere profesor brasilero de los años 60 quien en ese tiempo ya decia “nadie enseña a nadie, todos aprendemos de todos” y creo que eso es la esencia del aprendizaje Social y en red, en ese tiempo y seguro en el actual.
    Otro asunto que me parece muy importante es: No importa tanto lo que aprendemos sino “como aprendemos” relacionando este concepto al de educacón entendido al como aprendemos modelos de resolución de problemas y de aprendizaje y no a ese concepto de la educación tradicional de “Trasmisión de conocimientos solamente”
    Sigue adelante.
    Cecilia

  9. Pingback: De la utopía al futuro del aprendizaje en la web: diversas propuestas | El caparazon
  10. Dolors:
    Me parece muy oportuno tu señalamiento de la época privilegiada en que vivimos. Es que, como dices, comunidades de práctica han existido siempre, pero recién ahora percibimos su importancia, en el contexto actual, o sea, con el desarrollo de internet, de comunidades tecnológicas tales como las de Software Libre, donde se valoriza el compartir en comunidad.
    Y creo que el “aprender a ser” y el “aprender a aprender”, es una buena expresión conceptual de lo que ocurre en una comunidad de práctica (en mi caso, en el Foro de Responsables Informáticos de la APN de Argentina).
    En cuando a la construcción social a través de conversaciones, coincido ampliamente, y además me permito recomendar el libro de Rafael Echeverría “La empresa emergente”, una excelente introducción al nuevo paradigma organizativo y a la ontología del lenguaje, que avanza para reemplazar a las organizaciones tradicionales inspiradas por Taylor.
    Muchas gracias por este artículo, es alentador para quienes nos interesamos en la tecnología y la innovación
    Ricardo

  11. Pingback: Artesanos, libres y enredados: declaración | El caparazon
  12. Como bien dice Anna, un 10 al titulo del post sin desmerecer para nada al contenido, luego toca otro 10.

    Dolors, plenamente agradecida de todo lo “leído/aprendido” con tu post. Más teniendo en cuanta , que soy una ilusionada “Aprendiz a Consultora Artesana” de vuestra comunidad.

    Después de más de 25 años practicando y consumiendo “consultoría tradicional” por fin he encontrado en “consultoría Artesana” un lugar donde sentirme menos “bicho raro”.

    A seguir leyendo y aprendiendo de la cantidad de “aprendizaje” fantástico que habéis ido compartiendo en el taller colectivo de Consultoría Artesana y en cada uno de vuestros talleres personales.

    El 16 de septiempre, tras un periodo de 5 meses de desconexión, y reflexión , empiezo mi nueva aventura profesional como “Consultora Artesana”, con mucha ilusión y ganas de aportar y participar.

    Gracias, Dolors

    Ana

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