Parece, a veces, que nada pueda sorprendernos en la web. La calidad de los vídeos, el buen criterio en la elección de los temas de The Pinky show anulaban esta tarde esta impresión.
Distintos tópicos, siempre entorno a la crítica social, con una música impecable y muy adecuada a cada vídeo, una vocecilla muy lograda para los diversos “gatos – narradores” y una ratio sencillez de producción / resultado envidiable.
Sus autores, educadores… su ánimo, no de lucro. No olvidéis después de ver los vídeos que traduzco y comento, visitar su sitio web, hábitat de estas y muchas otras maravillas:
Cada noche Pinky intenta dormir un poco. En esta ocasión es Ivan Illich, La Sociedad desescolarizada, la obra más conocida de un autor que pudo ser de los pioneros (con Paulo Freire en la misma línea), en predecir la socidad del conocimiento, en la que el mejor aprendizaje siemrpe es autónomo, quien se lo impide…
Os dejo traducción parcial interpretada:
Vivimos en una sociedad institucionalizada: escuelas, hospitales, iglesias, todo instituciones que se encargan de mantenerla y de convencernos de que son imprescindibles.
Muchos estudiantes, especialmente los pobres, saben de forma intuitiva lo que la escuela hace con ellos: escolarizarlos, confundiendo el proceso con la sustancia. La trampa consiste en hacernos creer que cuanto más tratamiento, mejores resultados.
El niño es escolarizado para que confunda enseñanza con aprendizaje, para que limite el ámbito en el que puede aprender (recordemos la educación expandida), para que confunda diplomas, grados, con avances en su educación (y el aprendizaje informal), para que confunda diploma con competencia (evaluación por competencias)…
(podéis revisar en la presentación sobre Open Social Learning todos estos conceptos)
Aceptar el servicio en lugar del valor, el medio en lugar del contenido, el tratamiento médico en lugar del cuidado de la salud. La carrera de la rata se confunde con el trabajo productivo, el trabajo social se confunde con la mejora de la dignidad…
Salud, aprendizaje, dignidad, independencia y empeño creativo son definidos como poco más que la performance de las instituciones que persiguen esos objetivos. Su mejora depende de la creación de más instituciones, más recursos para los agentes del mantenimiento de ese equívoco sistema en cuestión…
¿Hasta cuándo la gente va a necesitar educación, hasta cuándo vamos a tener que aprender las cosas enseñados por otros (añadiría que situados de forma artificial en un grado superior. Veíamos el otro día como el aprendizaje puede ser, de hecho, social, haciendo muy importante la presencia de “otros” durante la infancia)?
Más de 15 alumnos no es una clase…
No más de 40. De otro modo no son privilegiados…
No menos de 800 horas, es lo mínimo necesario…
No más de 1100 horas, más serían prisión… ¿No estamos haciendo ingeniería de personas?
La sociedad produce cosas artificiales, personas artificiales, y no lo hace a través del contenido curricular sino a través del ritual que les hace pensar que el aprendizaje ocurre como resultado de ser enseñados. Y no es algo que solo afecte a algunos. Es un proceso que opera en todos nosotros.
Esperemos que nos pase como a Pinky y sigamos trabajando para que estas cosas no nos quiten el sueño. Y sin que nos “aleccionen” otra vez…..
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Exelente Dolors.
Sobre esta temática los invito a ver una película francesa, “Entre les murs”. Aqui les dejo un link para que la identifiquen.
http://www.labutaca.net/films/61/entrelosmuros.php
No se van a arrependir de verla. Saludos.