Son varias hoy, las reflexiones que me recuerdan lo que vengo percibiendo desde hace un tiempo, en la red y sobre todo (eso me preocupa más), fuera de ella: Los productores y consumidores de contenido, los UGM (User generated media) nos convertimos día a día, en apariencia, en un grupo, incluso una comunidad, cada vez más endogámica (“la homofilia, el colegueo” del que nos habla hoy Julen).
Comparto su planteamiento: hemos creado una subcultura en la que nos sentimos (demasiado) cómodos. Y el problema, en mi opinión, no es el carácter autoreferencial de la blogalaxia (necesario para poder ser considerado un “poder”) sinó el grado en que es inclusiva, o la medida en la que aceptamos a los que van llegando.
Es cierto, como comenta Mercedes aquí, que “este lenguaje asusta”. “Estamos pasando del concepto 2.0 al 3.0 sin que un enorme porcentaje de la población entienda todavía la web primaria de toda la vida”.
¿Hay que simplificar los conceptos? Probablemente sí en algunos contextos, e intentar, en la medida de lo posible “Evangelizar” (disculpad las connotaciones de la palabra) a empresas e individuos para que pasen a formar parte de este subgrupo, esta que prefiero entender como subcultura activista cada vez más mayoritaria en la sociedad.
Otro comentario, de Daniel en Facebook me aportaba otra clave:
“Me parece fascinante lo que sucede con Internet y sus usos e implicancias, lo que me resisto a creer que “estamos en una bisagra histórica”(cambio de paradigma), no recuerdo generación de intelectuales en el último siglo que no creyera estar en una..”.
Y la afirmación es cierta, pero creo que olvida un matiz fundamental: Ninguna generación anterior de pensadores ha tenido la suerte de contar con un medio tan potente como este para difundir su mensaje. Me gusta la metáfora de Twitter como “speaker corner”: Nadie, nunca, ha tenido un altavoz como el que puede suponer twitter, un blog, cualquier medio ciudadano, para gritar tan alto.
Viralidad, buzz fueron los revulsivos del cambio en el 11M, de la victoria de Obama. Las comunidades, la comunidad formada, por ejemplo, entorno a Facebook, se demostró tan potente como para retraer de un intento de cambio en las condiciones del servicio de la marca. P2P, cultura libre y gratuita, parlamentos 2.0 y empresas, entendiendo o no la nueva cultura, que modifican su misión en términos mucho menos jerárquicos y adaptan productos y servicios a las necesidades reales del consumidor.
Ese es el mensaje que me gustaría transmitir: Lo importante es darnos cuenta de los beneficios y estar orgullosos de estar aquí, detrás de la caja de Google.
Quizás no sea este, Internet, el lugar en el que simplificar los conceptos. Este es un lugar en el que debemos adaptar el lenguaje al de nuestro interlocutor: las startups de la web, los encargados de realizar tendencias, nos entienden.
Tenemos el tiempo, los recursos intelectuales, el ecosistema. Podemos empujar el carro de las startups, hacia los lugares que deseamos, o ajustar las riendas en el caso de que no nos convenza lo que puede terminar por ser un servicio de consumo masivo.
Sí hay que simplificar el mensaje en la calle. Y para eso debemos mostrar las herramientas. Es a través de ellas, las que los internautas hemos ido validando, que otros van llegando a la red.
Simplificar el mensaje es colocarlo detrás de twitter, detrás de la caja de búsqueda, detrás de los wikis, detrás de los blogs, para que otros descubran la web social como nosotros lo hemos hecho.
Sé que sueno a optimista sin remedio, a ilusa, pero lo cierto es que la máquina que impulsamos asusta a muchas instituciones, me temo que más por comprensión que porque no entiendan el mensaje. Así, Marco nos devolvía en este comentario a la cruda realidad en otros contextos:
“Sobre la forma como los “viejos medios” están confundidos a la hora de afrontar los nuevos medios, quiero decirte que su confusión ha llegado a tal punto en México que se ha desatado en uno de los canales con mayor audiencia (y peor programación) una serie de enfrentamientos con la nueva realidad mediática surgida de los blogs, Twitter, Facebook, etc. Les presentan como sitios que son plataforma para la delincuencia, fuente de información para secuestradores, narcos, etc.
En una sociedad como la mexicana, tan apegada a la televisión, tal discurso es demoledor para la reflexión de algunas personas. Seguro que en España es diferente. Pero aquí en la universidad donde trabajo y en las iniciativas de bloggers mexicanos, etc. daremos batalla para que no se le tema a la Internet…sino para que se le aproveche… para que, como dices, nos enlacemos.”
El problema no es si somos o no un subgrupo, una subcultura distinta. El problema es si vamos a ser capaces de ser inclusivos, de dar la bienvenida como merecen a los que vayan llegando a nuestros espacios, a la conversación. Al fin y al cabo es en los límites donde se sitúa la innovación y la diversidad el mayor alimento de Internet.
Top bloggers interactuando de tú a tú en twitter, siguiendo a sus seguidores y no manteniendo una oligarquía (que no meritocracia) que ya no tiene sentido.
Inclusividad, eso es lo que quiero ver detrás de la caja de Google….
Entrada leída 1296 veces desde Abril de 2022
Dolors,
Muy interesante tu reflexión. Aporto dos reflexiones, una sobre el compromiso que yo conocí en los early developers de enseñar a los que aun no sabían y tenían interés, y la segunda, el juramento hipocrático de los médicos que desde épocas inmemoriales les lleva a jurar principios éticos como la defensa de la vida del paciente. Como tú creo que es posible y sería deseable que existiese un código de buen desempeño.
Estoy de acuerdo, pero no es fácil. Se trata de formación principalmente, pero también, y muy importante de VOLUNTAD. Voluntad, no sólo a nivel individual, sino por parte de las administraciones públicas. Por supuesto también la iniciativa privada es importante. Cualquier proyecto, venga de donde venga, para acercar la web a los ciudadanos es bienvenido.
Las estructuras cerradas y anticuadas y la dictadura de la incompetencia son dos grandes obstáculos difíciles de sortear.Hay que tener una mente abierta y generosa para entender la filosofía de la red, y eso, por desgracia, no es algo muy común en nuestro tiempo.
¡Totalmente de acuerdo!
Pero la inclusividad requiere acuerdo por ambas partes, el que acoge y el que es acogido. Así, la red tendrá que permitir que convivan todos los enfoques, desde el 0.1beta al “lo que sea.0” (como titula su blog Diego, de Macael).
Si no hay capacidad de la red para convivir diferentes enfoques, entonces no podrá existir inclusividad.
Y luego está la labor de pedagogía, de hacer descubrir a los que no están que podrían estar y que les podría merecer la pena. Que no estar puede ser bueno si es una decisión autónoma, no un mero obedecer a las circunstancias.
Y me temo que evangelizar es la palabra. Que significa difusión de la buena noticia. Es una palabra más antigua que los evangelios cristianos, que la estrechan en su significado. Y hay una buena noticia. “Si tienes algo que decir y te apetece, si quieres escuchar a otros, si quieres comunicarte e informarte para tomar mejores decisiones, hay herramientas para ello. Y son más eficientes que las que existían”. O también, “Si tu trabajo incluye comunicar, difundir, hay medios que sustituyen a los clásicos y que te permiten que la labor sea menos costosa y llegue más”.
Los que están/estamos son/somos los responsables de que ese enfoque pueda llegar a más gente.
Alrededor de esos pivotes, y de algunos más, podría girar la inclusividad.
¿Y todos estos mandamientos se resumirían en uno? Que el que se quede sin emitir o recibir información relevante lo sea por decisión propia, no por imposición externa. Y los que puedan/podamos, que contribuyan a que así sea. Amen.
Muy buena lectura, interesante el artículo, yo veo una maravilla lo que sucede con la web actualmente. La facilidad de acceso, la cantidad de oportunidades, la manera en que nos envuelve a diario… era impensable.
Como siempre, muy interesante, acertada y ponderada, yo quería matizar un par de cosas.
Estoy de acuerdo en la denuncia de una cierta endogamia en la web 2.0, (solo nos interesamos entre nosotros), soy de los que piensan de que estamos en un cambio paradigma, no hay que pensar que la web es el centro de las TIC, ni las TIC el centro del nuevo paradigma, sino que de la web y las TIC se debe poder deducir el nuevo paradigma y del nuevo paradigma se debe deducir la web y las TIC.
Un abrazo.
Me ha encantado tu post, Dolors.
No creo que peques de optimista, sino como mucho de impaciente :)
Probablemente como todos los que disfrutamos de la riqueza que ofrece internet en múltiples áreas.
Creo que la Web 2.0 es inclusiva por diseño. Lo único que hace falta para llegar a ella es la voluntad de hacerlo. Otra cosa es la tradicional resistencia al cambio y el hecho de que el ritmo de cambio es muy alto incluso para los que aman el cambio.
En los últimos meses he podido observar un par de blogs de temáticas diferentes que aparecían súbitamente y que en pocas semanas comenzaban a abrirse un hueco en sus áreas respectivas. Algo parecido se puede ver casi a diario en Twitter. Los ejemplos son múltiples. Si compartes y contribuyes a la conversación, el “hueco” se crea casi de inmediato. Me cuesta imaginar otros escenarios más inclusivos donde esto hubiera sido posible.
Por cierto, no sé si ya te lo había dicho antes, pero por si acaso: Enhorabuena por el blog
JM
¡Hola de nuevo!
Por iniciar una pequeña (y bienintencionada :) , que conste, eh?) polémica. El que el diseño sea inclusivo… ¿garantiza la inclusividad? ¿Qué hacer con aquellos que tienen menos que decir (menos no es lo mismo que nada) o que lo dicen peor? La visibilidad y la posibilidad de evaluación, más bien la imposibilidad de escapar de ella, es parte del diseño 2.0, ¿pero es algo que fomenta la inclusividad o más bien potencia el que muchos, inseguros, se retiren del medio?
No sé… No me parece que el formato 2.0 sea inclusivo sin más. Creo que require un esfuerzo y si esa era la línea del comentario de Dolors, estoy muy convencido de lo que dice.
Yo veo más bien la inclusividad es un curro complejo, no un hecho o una cuestión de voluntad. Pero tampoco estoy muy seguro, eh? :)
En el fondo, mi intuición es que lo 2.0 es un filtro muy fuerte. Para la gente. El que cuela tiene premio pero se quedan muchos atrás. Me parece.
Interesante debate, José Luis, José Miguel:
La web 2.0 ha querido, no sé si ha conseguido, llegar a todos y en ese sentido ser inclusiva (entre otras cosas para rentabilizar las aplicaciones). Incluso, en lugares a los que no llega por infraestructura, ha hecho llegar el móvil, por lo menos, como dispositivo de comunicación. Pero quedan élites, estructuras que se trasladan desde fuera de la web, planteamientos exclusivos, etc… en ese sentido iba el post. ¿Somos raros, freakis, geeks, un subgrupo aislado de la realidad? Perfecto, pero seamos inclusivos….
No sé si añado más complejidad al debate pero se habla de que la web del futuro debe apostar, aún más, por la simplicidad en las herramientas. Es difícil trasladar el mensaje de forma teórica cuando la vivencia, la experiencia real es tan “impactante”. Por eso hablo a veces de herramientas, porque creo que pueden ser medios para llegar a lo demás…
La web semántica (y añado más aún) pretende eso: ser simple, útil para el usuario, aunque compleja por dentro. Esa es una de sus apuestas también por la inclusividad.
en fin…
Olga, hay muchos manifiestos, dispersos, por la red, tantos como, retomando el tema de Julen, blogosferas. Estoy contigo en la propia generosidad nos lleva a ser demasiado laxos con temas como por ejemplo el de no enlazar. Sin enlaces no hay, simplemente, red.
Eurotopia, Insanedeuces, sí existe la endogamia, pero creo que debe ser así en muchos sentidos, siempre que seamos inclusivos con la gente “apasionada”
Un saludo y gracias
Está feo hablar de uno mismo, pero no sé si representa un ejemplo mi experiencia. Sobre todo me ayuda a sacar conclusiones.
Tengo un blog que activé pretendidamente en diciembre de 2008 (hace apenas 4 meses) y cuenta en twitter desde febrero. A través del aprendizaje que te da el ensayo y error intenté (intento) mejorar las aportaciones, adaptándolas mejor a lo que quiero realmente aportar (hay que hacer algo de autocensura a la hora de publicar) y comportarme como se debe (la ética de este mundillo no está accedible para el que se inicia) y poco a poco he ido comprendiendo, a través de la experiencia, las enormes posibilidades que tiene “estar” aquí (blog, twitter, facebook, linkedin, uso de greader o feedly, etc.)
A mi me han tratado bien, la verdad, pero también es cierto que he tenido que poner mucho de mi parte. Meterse “aquí” es meterse en un bosque precioso en el que todos disfrutan pero en donde tú estás absolutamente perdido. No hay sherpas visibles (al menos sherpas que no sean de pago), no hay tutoriales, no hay guías. Percibo autoridades que tienen una burbuja en donde no siempre es fácil penetrar. Los demás sonríen y tú quieres también sonreir. Es fácil darse la vuelta y volver a la vida 1.0 confortable.
La democratización y generalización de ciertas herramientas 2.0 pasa por saber cómo empujar a personas que tengan algo interesante que decir. Y procurar que no se hagan daño una vez que entren.
Creo que yo tampoco te lo había dicho antes. Enhorabuena por el trabajo que difundes aquí.
“La democratización y generalización de ciertas herramientas 2.0 pasa por saber cómo empujar a personas que tengan algo interesante que decir. Y procurar que no se hagan daño una vez que entren.”
Muy buena frase, Nacho. Esperaba alguna experiencia como la tuya. Es verdad que no pasa siempre pero sí creo que deberíamos ser más inclusivos. Creo que se intenta a veces marcar el nivel mediante esa burbuja de la que hablas. Es eso lo que me cuesta entender y el sentido en el que iba el post. Está bien que exista una blogosfera como poder, pero se equivoca cuando cierra la entrada a gente nueva. Al fin y al cabo, si de algo te das cuenta fuera de aquí es de que somos muy pocos aún…
En fin…iba a decir algo que has dicho tú mejor, así que me callo y me voy a cenar ;)
Un saludo